Un poco de género.
“Ecos de un crimen” de Cristian Bernard.
Un gran elenco y una historia perturbadora.
Se apagan las luces de la pantalla y los logos de Warner Pictures y HBO
MAX llenan la pantalla. Augurando, como mínimo, un nivel de producción
importante. “Ecos de un crimen”, dirigida por Cristian Bernard, llegará
este próximo jueves 27 de enero a los cines y en marzo a la plataforma
de streaming perteneciente a HBO. Un thriller psicológico, compuesto por
un elenco de primer nivel: Diego Peretti, Julieta Cardinali, Carla Quevedo,
Diego Cremonesi y Carola Reyna.
Un exitoso escritor, Julian Lemar, viaja junto a su familia a una casa en el
medio del bosque con el fin de descansar. Sufriendo el trágico bloqueo
de escritor y recuperándose de un pico de stress, intentará alejarse del
mundo editorial, sin lograrlo. Apenas la primera noche, una fuerte
tormenta genera un corte de luz prolongado. Al tiempo una mujer se
presenta en busca de ayuda. A partir de este punto, la tranquilidad
quedará en el olvido, dejando lugar a la desconfianza y el engaño.
Una narrativa cíclica y un ambiente agobiante, donde la lluvia no cesa y
escapar resulta imposible, pondrán los nervios de punta hasta la llegada
de los créditos finales. Tratándose de un género poco explotado por las
grandes producciones nacionales, podes denotar algunas influencias
cinéfilas. Películas como “El resplandor” de Stanley Kubrick, “Psicosis” de
Alfred Hitchcock, “Vestida para matar” de Brian De Palma e inclusive
“Christine” de John Carpenter. Tanto a nivel narrativo, puesta de cámara
e inclusive en algunos artículos de utilería. Sumado a una banda sonora
hitchcockiana, que toma lo mejor de Bernard Herrmann.
Por su parte cuenta con un nivel interpretativo extraordinario. Tratándose
de una historia complicada, en cuanto el esfuerzo actoral se refiere, ya
que exige algo más que los dramas costumbristas. El desorden
patológico, desequilibrio emocional y rigor que ofrece Diego Peretti es
sublime, además de encontrarse en un registro al que no nos tiene
acostumbrados. Algo distinto sucede con Diego Cremonesi, quien
encuentra su papel de villano como un traje realizado a medida por un
sastre experimentado. Además de la desesperante interpretación de
Carla Quevedo, quien consigue transmitir con exactitud lo que le pasa a
su personaje.
Entonces tenemos aquí un exponente de un género al que no estamos
acostumbrados. Un thriller psicológico con tintes argentinos. Capaz de
dejar a los espectadores al borde del asiento o aferrados al apoyabrazos.
Con la potencia de un gran elenco, sumado a un giro narrativo sorpresivo,
tenemos aquí una película que debe ser presenciada en las salas de cine.
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