El trabajo de Martín Benchimol, retrata la historia de Justina, una mujer de clase trabajadora y originaria del Chaco, que hereda de un momento para otro una mansión en Lobos. El director de este documental con elementos de ficción, en diálogo con Radio Nacional, contó cómo
surgió la idea del proyecto, y dio detalles de la filmación.

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"Estaba filmando otra película por la zona, y me ecnuentro con Justina que estaba trabajando allí. Es un cacerío que se llama La Rinconada, y está a 40 km de Lobos, a la vera del río Salado. Es imposible cruzártelo por casualidad. Cuando la ví, le pregunté quién era el dueño, y me dijo que era ella la dueña", recordó.

El entrevistado explicó que el disparador de El Castillo "es la herencia entre mágica y prisionera", que recibe Justina, y la compromete a no vender por juramente hecho a su antigua propietaria. "El corazón de la película está puesto en la relación entre Justina y su hija Alexia, en su vínculo. Porque mientras Justina tiene que sostener la promesa que hizo de no irse de ese lugar, Alexia quiere irse, y está esa tensión mientras tratan de subsisitir en ese Castillo sin dinero", agregó.