Fortunato Mallimaci, doctor en sociología de la religión, habló en Radio Nacional Neuquén sobre la complicidad eclesiástica de la dictadura. El también investigador del Conicet y profesor de la UBA señaló las dos iglesias del momento. “Hubo una complicidad, colaboración y silencio de la mayoría de la institución eclesiástica, siempre desde la idea que había que defender a la Nación Argentina amenazada por el extremismo, y por otro lado también la iglesia muy preocupada desde el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”.
La investigación y los juicios pudieron dar cuenta que la complicidad fue mucho más fuerte. “Gracias a los juicios supimos por ejemplo que en Bahía Blanca el sacerdote Guevara que estaba en La Escuelita llevaba información de un lado a otro, en Campo de Mayo lo mismo y en Córdoba en los comando había participación activa de sacerdotes y militantes cristianos. Esto hizo a la vez que Argentina fuera el país con la mayor cantidad de militantes cristianos asesinados en América Latina. 25 sacerdotes asesinados… Podríamos decir que ese catolicismo fue víctima y victimario al mismo tiempo” detalló Mallimaci.
El investigador no duda en establecer la relación entre poder militar y poder eclesiástico desde el primer golpe militar en 1930. “A partir del 30 y sobre todo después del 55 es esa idea que lo militar y lo católico marchan juntos. Conformaban lo que era una Identidad Nacional. Que sirve a la iglesia para posicionarse en el espacio público y después del 55 va a dar que muchos miembros de la Acción Católica, de la juventud universitaria y estudiantil católica y sacerdotes, se sumen a esa idea de combatir al comunismo. Al mismo tiempo se insertan en los barrios y en las fábricas y descubren ese mundo de opresión que va a ser acompañado luego por todo lo que es la Teología de la Liberación a partir de la propia institución que empieza a denunciar”.
Finalmente Fortunato Mallimaci señala el hecho que nunca la Conferencia Episcopal Argentina en su conjunto recibió a las Abuelas o a las Madres de Plaza de Mayo. “Nunca las recibió. Sí lo que hizo es pedir perdón globalmente. Sí lo que hizo hace 5 años el presidente de la Conferencia, en forma personal, recibir a las Abuelas y pedirles perdón y hacer una campaña de recuperación de identidad pero hasta ahí. Hay que recordar que siendo presidente de la Conferencia Episcopal, el Cardenal Bergoglio tampoco las recibió” concluyó el sociólogo.
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