El clavecín o clavicémbalo es un instrumento musical de teclado en el que las cuerdas se ponen en vibración al ser punteadas por un plectro accionado por una tecla. Fue uno de los instrumentos de teclado más importantes de la música europea desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XVIII.
El sonido del clavecín es amplificado por una tabla armónica colocada debajo del plano horizontal de las cuerdas, que pasan sobre un puente pegado a la tabla armónica y que transmite su vibración a esta.
Los primeros clavecines que se conservan se construyeron en Italia a principios del siglo XVI. Se sabe poco de la historia temprana del clavecín, pero durante los siglos XVI y XVIII experimentó una evolución considerable y se convirtió en uno de los instrumentos europeos más importantes. Surgieron escuelas nacionales de construcción, sobre todo en Italia, Flandes, Francia, Inglaterra y Alemania. La mayoría de los grandes compositores barrocos tocaron o escribieron para el clavecín. A mediados del siglo XVIII comenzó a competir con un nuevo instrumento, el pianoforte, que era capaz de tocar suave o fuerte según la presión de los dedos sobre las teclas. El clavecín es incapaz de esta gradación dinámica y fue superado en popularidad por el piano.
Los invitamos a escuchar de Domenico Scarlatti, su Sonata en re menor, K. 141 por Jean Rondeau en clavecín.
Producción: Carlos Díaz Rocca