Después de cinco días de un lento escrutinio, el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Bolivia concluyó el conteo oficial de los votos y confirmó la amplia victoria del Movimiento al Socialismo (MAS) del exmandatario Evo Morales y de su candidato presidencial, Luis Arce, con un 55,1%, con una diferencia de más de 26 puntos con el segundo.
Mientras el país espera la proclamación oficial del TSE esta tarde a las 18 (19 hora argentina), se conoció el resultado final, que había reclamado el único candidato que aún no había reconocido la derrota, el exlíder cívico de Santa Cruz y uno de los hombres que encabezó las protestas que terminaron con el golpe de Estado contra Morales, Luis Fernando Camacho.
Con el 100% de las actas escrutadas, la fórmula de Arce y el excanciller de Morales, David Choquehuanca, se impuso cómodo con más del 55% de los votos, dejando atrás al expresidente Carlos Mesa con un 28,8% y, aún más lejos, Camacho con un 14%.
Mucho más abajo se ubicaron el candidato del Frente para la Victoria, Chi Hyun Chung, con un 1,55% y el de la fuerza Pan-Bol, Feliciano Mamami, con un 0,52%.
"Es la victoria de un país que quiere estabilidad económica y paz. ¡Volvimos millones gracias al pueblo!", celebró hoy en Twitter, desde Buenos Aires, el exmandatario Morales, quien ni bien se conocieron los sondeos de boca de urna el lunes prometió que volverá a su país.
"El triunfo rotundo en las elecciones generales es la mayor prueba de que no hubo fraude. Los que lo denunciaron tienen la obligación ética de retirar esas denuncias. Se debe poner en libertad a todas las personas injustamente encarceladas por este motivo", pidió Morales.
Esta victoria del MAS fue más contundente que la de los comicios del año pasado, anulados por una rebelión civil, policial y militar en medio de denuncias de fraude que fueron respaldadas por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En esa elección el expresidente Morales, quien luego se vio obligado a renunciar y a buscar refugio en Argentina, había obtenido poco más del 47% de los votos, mientras que Mesa había sacado el 36,51%.
Este resultado, aunque mantenía una ventaja importante, alcanzaba de manera muy ajustada una de las dos opciones legales para ganar en primera vuelta electoral: 50% de los votos o 40% con una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales con el segundo.
La victoria de Arce ya fue reconocida por Mesa, por el Gobierno de la presidenta de facto Jeanine Áñez y gran parte de la comunidad internacional, mientras que Camacho dijo que esperaría al conteo definitivo de hoy.
La Unión Europea (UE), uno de los actores internacionales que envió una misión de observaciones a las elecciones de Bolivia, felicitó hoy a Arce, tras conocerse el escrutinio final.
La UE "continúa al lado de Bolivia, y espera poder trabajar con las nuevas autoridades por la consolidación de la prosperidad y la estabilidad en el país, con espíritu de reconciliación, unidad e inclusión", aseguró en un comunicado el Alto Comisionado para las Relaciones Exteriores del bloque, el español José Borrell, según la agencia de noticias AFP.
La OEA, cuestionada por su rol en los comicios anulados del 2019, también calificó esta semana de "claro y contundente" el triunfo del MAS.
Como se preveía, Mesa concentró su voto en Santa Cruz, la mayor región y más poblada de Bolivia, además del motor económico del país, aunque la diferencia fue más estrecha de la esperada: sacó el 45,05% contra el 36,09% de Arce.
El candidato del MAS también ganó en el voto en el exterior, con una abrumadora mayoría en Argentina, uno de los países de la región con mayor diáspora boliviana.
Un total de 6.483.893 bolivianos asistieron a las urnas el domingo pasado por lo que la participación electoral alcanzó el 88,4%, según el reporte del TSE publicado en su página oficial.
Los votos válidos fueron el 95%, los blancos el 1,4% y los nulos el 3,5%.
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