El avión que transportaba a los jugadores y al cuerpo técnico del Chapecoense camino a Medellín, Colombia, para disputar la final de la copa Sudamericana ante el Atlético Nacional de ese país, tuvo un desperfecto fatal que terminó con la vida de más de 70 pasajeros, incluidos una veintena de periodistas y casi la totalidad de la tripulación de la aeronave.
Este humilde conjunto del oeste brasilero –que dejó en semifinales a nuestro San Lorenzo de Almagro y anteriormente a Independiente de Avellaneda– estaba a punto de cumplir uno de sus mayores sueños deportivos: jugar una final a nivel continental.
A pesar del tremendo accidente y del duro trabajo de los rescatistas, que trabajaron de noche y bajo un gran temporal de lluvia y viento en los montes colombianos, se pudieron rescatar siete sobrevivientes: Alan Ruschel, lateral del Chapecoense; Jackson Follman, arquero del equipo; Hélio Zampier Neto, saguero del equipo; Rafael Henzel, periodista; Ximena Suárez, comisaria de abordo; y Erwin Tumiri, técnico de la aeronave. El otro arquero, Marcos Danilo Padilha, fue rescatado con vida, pero falleció en el hospital.
El gobierno de Brasil decreto tres días de duelo por la tragedia ocurrida y la definición de la Copa quedó en un segundo plano y deberá ser resuelta por la Comebol.
Pablo Paez
Equipo Pelota Divida
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