El ministro del Interior, Christophe Castaner, dijo que la idea central fue "prevenir incidentes". "Instalamos un dispositivo centrado en la intervención inmediata y en la movilidad que permitió quebrar la dinámica de los agitadores cada vez que intentaban organizarse", señaló.
Por su parte, el primer ministro de Francia, Édouard Philippe, hizo un llamado a la unidad y al diálogo nacional. "El diálogo está abierto. Comenzó con los debates en el Congreso y la Cámara de Diputados, con encuentros con los responsables políticos y los representantes de los chalecos amarillos", indicó el funcionario. Agregó que "ningún impuesto puede poner en duda la unidad nacional que debemos retejer mediante el diálogo, el trabajo conjunto y el encuentro" y anticipó que el presidente Emmanuel Macron hablará "en breve".
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