Sorprende la voracidad y la poca paciencia de los hinchas y dirigentes del fútbol argentino al momento de apoyar el trabajo de los entrenadores.

Muchas veces este tema pasa desapercibido por lo inmerso que estamos en los resultados de los equipos y lo único que queremos es su triunfo. Sin embargo, en pocas oportunidades vemos y valoramos el trabajo del entrenador, quien, además de convivir con el jugador día a día, convive también con hinchas y dirigentes. Tarea, por cierto, nada fácil.

Como espectadores o periodistas, solo hablamos de los técnicos exitosos; cuando dejan de serlo –tal vez porque solo entran en una racha negativa–, automáticamente comenzamos a pensar en su reemplazo. De hecho, bajo la consigna de que “los resultados mandan”, se ha condenado a más de un entrenador.

En tal contexto, no es exagerado hablar de ingratitud en nuestro fútbol. Muy pocos clubes acompañan los trabajos a largo plazo, que son verdaderamente los que dan resultados reales. Debemos entender que no existen técnicos milagrosos, esos que en dos fechas hagan jugar a tu equipo como la famosa “naranja mecánica” del Mundial de 1970. Todo se basa en el trabajo y en el apoyo de los dirigentes, quienes –ya sea por las presiones económicas y por los aprietes de las barras bravas– no pueden sostener el digno trabajo del entrenador y su cuerpo técnico.

Por lo tanto, ante la decisión de un reemplazo, no solo se quedan sin trabajo los entrenadores, sino también los ayudantes de campo, los preparadores físicos, entre otros. A su vez, con cada salida de un entrenador, el club se endeuda para cumplir el contrato del despedido, sumado al arreglo con el flamante nuevo entrenador.

El fútbol de Primera División es un ejemplo oportuno para identificar la falta de tolerancia, ya que en doce fechas jugadas –en un torneo que tiene 30– renunciaron a su cargo o fueron echados 13 entrenadores, a saber:  Sarmiento: Gabriel Schürer reemplazado  en la 10º fecha  por Jorge Burruchaga, en Arsenal de Sarandí: Sergio Rondina en la  10º fecha sustituido por  Lucas Bernardi,  Huracán de Parque Patricios: Eduardo Dominguez, en la  5º renuncio y asumió Caruso Lombardi en su lugar para luego renunciar en la 12º fecha el controvertido Caruso. En Velez Sarfield:  Chistrian Bassedas, en la fecha  6º presentó su renuncia , ocupando su puesto Omar De Felipe,  Defensa y Justicia: Ariel Holam , en la fecha  11º dijo adiós y Sebastian Becacecce lo reemplazó,  Atlético Tucumán:  Juan Asconzabal, en la fecha  11º dejo la dirección técnica por Luciano Precone,  San Martín de San Juan: Pablo Lavallén, en la 12º fecha Renuncia a su cargo. En Belgrano  Esteban Gonzalez , en la fecha  11º deja su cargo y asume Leonardo Madelón,en  Union de Santa Fé: Leonardo Madelon , en la fecha  9º se va y lo releva Juan Pumpido, Olimpo de Bahía Blanca: Cristian Diaz, en la fecha  12º renuncia por apretes de la barra, en  Aldosivi de Mar Del Plata: Fernando Quiroz , en la fecha 9º deja al “Tiburón” y Dario Franco se hace cargo del equipo y por último en  Temperley: Carlos Mayor, en la fecha 10º deja su cargo y es reemplazado por Gustavo Álvarez.

Definitivamente, la pelota sigue rodando a cualquier precio. Ante el objetivo de siempre ganar,  lo humano es lo último que se tiene en cuenta en un deporte donde el dinero y las urgencias económicas son las que mandan.

Pablo Paez

Equipo Pelota Dividida