Juventud Unida cierra su paso más dramático por el Torneo Nacional B con la tranquilidad del deber cumplido. El mal momento antes del partido.
Con un antecedente lamentable, en Pergamino, desvalijaron el micro que trasladó al plantel y cuerpo técnico de Juventud Unida y se robaron la indumentaria, más de la mitad de los botines y otros elementos, como canilleras, calzas, camisetas térmicas tan sólo horas antes del partido.
Así debe enfrentar el último desafío de la temporada en la que logró la permanencia en la penúltima jornada.
44 Fechas con 13 victorias y otro tanto de empates; 17 derrotas, tres Entrenadores en su banco; 66 goles en contra con el arco más vencido y su goleador Alexis Blanco como uno de los cuatro mejores del certamen.
Además de un plantel con bajas por enfermedades no relacionadas al fútbol –Sacha Vela de Larroque- o con jugadores que partieron en búsqueda de otros desafíos; y un objetivo cumplido resumen la presente temporada del “León” por la segunda categoría del fútbol profesional.
Desde las 15, en Pergamino y contra Douglas Hais, al cual mandó al descenso directo, Juventud Unida cerrará su participación en uno de los campeonatos más dramáticos que le tocó atravesar.
De ganar quedará en la posición 16 o 17 de la tabla, con un máximo de 55 unidades, muy lejos del campeón Argentinos Juniors que sumó casi 90 puntos.
Sólo jugará por engrosar el promedio para la temporada que se iniciará en septiembre, seguramente, y tratando que All Boys, Independiente Rivadavia de Mendoza y Estudiantes de San Luis o Central Córdoba de Santiago del Estero queden por debajo del Decano.
Pero el partido más importante lo enfrenta la dirigencia decana al tratar de edificar una propuesta económica y deportiva atractiva para retener a Javier Osella como Director Técnico del plantel.
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