Marita Cacciopoli es una de las abogadas querellantes en la cauda por delitod de lesa humanidad contra Mazzaferri, quien torturó a jóvenes en la época de la dictadura. El martes 6 de junio del corriente año, dará inicio el juicio por la causa Mazzaferri. El mismo se llevará a cabo ante el Tribunal Oral Federal de Paraná. En él se investigan los secuestros de estudiantes secundarios y otros compañeros militantes ocurridos en la llamada “Noche del Mimeógrafo”, en julio de 1976 en Concepción del Uruguay, a manos de la dictadura genocida.
El ex oficial de la Policía Federal José Darío Mazzaferri es el único imputado en esta causa y está acusado de ser coautor responsable de los delitos de: violación de domicilio, detención ilegal, privación ilegal de la libertad, torturas y de integrar una asociación ilícita; considerados todos, crímenes de lesa humanidad, cometidos en el marco del genocidio argentino.
Cuando ocurrieron los hechos Mazzaferri tenía 23 años e integraba la patota de la Policía Federal de Concepción del Uruguay. Era el torturador del grupo de tareas: aplicaba la picana eléctrica a los detenidos y enseñaba a sus camaradas a utilizarla. La mayoría de sus víctimas eran estudiantes secundarios que tenían entre 16 y 18 años.
La sala de torturas funcionaba en la planta alta de la Policía Federal. Además de la picana eléctrica, utilizaron entre otros métodos, el submarino, el submarino seco, las palizas y los simulacros de fusilamiento como así también la tortura oblicua (que consiste en hacer presenciar la tortura ejercida sobre un compañero). Así mismo llevaron a cabo vejaciones, todo tipo de agresiones, amenazas y privación de alimentos. Todas esas torturas físicas y psicológicas dejaron graves secuelas a las víctimas.
Estos hechos son conocidos como “La Noche del Mimeógrafo” pues durante los golpes y las torturas, los represores interrogaban a los jóvenes por un mimeógrafo que era el instrumento que usaban para imprimir panfletos de protesta contra la dictadura cívico-militar, que desde el 24 de marzo de 1976 había anulado muchas de las conquistas del movimiento estudiantil, como el medio boleto estudiantil, certámenes literarios, campeonatos de fútbol y otras actividades consideradas “subversivas”.
El mimeógrafo era la excusa para utilizar la tortura en el intento de quebrar la dignidad de esos jóvenes militantes aterrorizándolos, aleccionándolos y destruyendo los lazos de compañerismo, solidaridad y compromiso social, tan característicos en ese tiempo.

Originalmente Mazzaferri fue imputado en la causa Harguindeguy, pero se fugó de la Justicia en 2009 y estuvo prófugo por el término de cuatro años, razón por la cual no fue juzgado en 2012, cuando estos mismos hechos fueron llevados a juicio en dicha causa, que finalizó con la condena de cuatro represores, la absolución de tres de ellos y la extinción de la acción penal por fallecimiento a Albano Eduardo Harguindeguy. El 12 de diciembre de 2013, fue detenido en la provincia de Buenos Aires. Había cambiado su aspecto dejándose crecer el pelo y la barba.
Desde la Comisión de Memoria Verdad y Justicia manifestaron: "tenemos la plena convicción de la fundamental importancia de acompañar a nuestros compañeros víctimas de estos hechos de terror en su exigencia de JUSTICIA por lo cual estaremos presentes en la primera audiencia de este juicio el martes 6 en la ciudad de Paraná.
Sabemos de la importancia de la reparación que reordena la vida de los sobrevivientes victimados, pero también sabemos que esta no logra eliminar el dolor que ya está incorporado ineluctablemente al cotidiano de su existencia, por esto: No olvidamos, No perdonamos".