Análisis, por Sergio Tagle Córdoba

El que corta no cobra y el que se queda en la casa tampoco

“El que corta no cobra”, dijo ayer Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. Antes, el Ministro de Economía Luis Caputo había dicho sin decirlo que el que se queda en su casa tampoco. Lo dijo sin decirlo con su plan de ajuste ortodoxo, como lo define el propio gobierno. Si es plan de ajuste y es ortodoxo, ajusta abajo. Y abajo ya se sabe que paros, movilizaciones, marchas céntricas, cortes de calle, cortes de ruta son las únicas herramientas defensivas que se tiene para sobrevivir a ese, a esos ajustes. A esto lo sabe Patricia Bullrich y el gobierno en general. Esto explica la secuencia en dos pasos a esta altura obvios. Primero se anuncia el ajuste y después se anuncia la represión a las víctimas de ese ajuste.

Los grandes agroexportadores no necesitan cortar ninguna calle. Son los ganadores de la devaluación. Tampoco las empresas privadas de servicios. Resuelven todo con tarifazos. Los oligopolios que concentran la producción de bienes y servicios tampoco. Son los beneficiados por la liberación de precios. Dicho con el eufemismo utilizado por el lenguaje económico oficialista: Con ellos se hizo justicia al liberar la inflación reprimida.

Los perdedores también son históricos. Quienes viven de su  trabajo. Quienes tienes ingresos en pesos, formales e informales, desocupados, cuentapropistas o sectores de la clase media.

La inflación, anticipada parece con orgullo, va a licuar todos los ingresos en pesos, como salarios, jubilaciones y los provenientes de programas sociales.

Además, el Ministro Caputo anunció la estanflación, aunque no la haya nombrado como el Presidente. Esto supone que las medidas anunciadas van a empujar a una caída de la actividad económica, a una recesión. Consecuencia: cierre de empresas, despidos y una retracción general del consumo.

El FMI apoyó los anuncios de Caputo pero sus funcionarios para la región preguntan si es social y políticamente sustentable. Esto es lo que les preocupa. Dicho con otras palabras: les preocupa que pueda provocar estallidos sociales. Pero para eso está Patricia Bullrich. Propone resolver el problema con Policía, Gendarmería, Prefectura, Policía Aeronáutica, Policía Federal, Servicio Penitenciario, Policía Metropolitana.

La experiencia histórica indica que estos problemas no se resuelven así. Al menos en forma permanente  El 19 de diciembre del 2001 no alcanzó.

La consigna, el hashtag “el que corta no cobra” no vale solo para beneficiarios del Plan Potenciar. Hoy, mañana miércoles, serían los perjudicados directos, inmediatos. Pero la amenaza es más amplia, más abarcadora. Si tenemos en cuenta el Plan Caputo-Milei, mañana serán movimientos sociales, después serán trabajadores en blanco y precarizados, después jubilados, después comerciantes y así.

Es la totalidad de los afectados por el actual plan de ajuste que deberán pensar en desobedecer a la amenaza y pensar que, “el que no corta, no cobra”. Y organizarse para actuar en consecuencia.

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