El mes pasado, el tomate registró subas de hasta el 32% y el kilo puede llegar a costar más de $200. ¿A qué se debe semejante aumento?
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"Es un tema de oferta y demanda", explica Mariano Winograd, consultor frutihortícola. En diálogo con Radio Nacional, el presidente de la Sede Argentina de la ONG Cinco al Día remarca el gran esfuerzo que conlleva la producción de tomates y afirma que existe un preconcepto con los alimentos que vienen de la tierra.
"Producir un tomate es un esfuerzo muy grande. Esa idea un poco cuestionable, de que es tira una semilla y las plantas nacen solas, es una idea muy urbana", expresa, y asegura que "hay un prejuicio de que si algo viene de la tierra tiene que valer $10".
Al ser consultado por la suba de precios, Winograd explica que los cambios en los hábitos de consumo y climáticos han generado esta suba, y plantea: "¿$200 es un precio disparatado?". "Está lleno de cosas que valen $1000 y el consumidor las compra", indica.
"Es importante que entiendan que, además de ciudadanos urbanos, hay ciudadanos rurales que puede ser que estaban malvendiendo su producto a un precio muy malo"
"El aumento se debe a que los consumidores, este año, en los hogares de clase media, tienen más dinero que no están gastando en el shopping, en el cine, en el transporte, en combustible, y comen mucho más dentro del hogar. Y, dentro del hogar, se come más tomate que si uno estuviera comiendo fuera del hogar", sostiene.