Piedra Parada es un lugar bellísimo por donde se lo mire. Pero no hay señal de celular ni internet. El contacto de Elba Espinosa con el mundo exterior es solo a través de Radio Nacional Esquel, su compañera de toda la vida. Trabajó por más de 30 años en la escuela rural de Piedra Parada, del otro lado del río Chubut a la que todos los días cruzaba en bote, una y otra vez con lluvia, con frío, con viento y con nieve.
Tras la enfermedad de Martín, su compañero de toda la vida, tuvo que tomar algunas otras responsabilidades para que la familia siguiera en pie.
Elba Espinosa contó a Radio Nacional su vida sencilla y dedicada, donde al hablar de su hijo Orlando muestra sus lágrimas de amor eterno para con él, para con sus otros hijos, para sus nietos y sobre todo para Martín Moncada, con quien apostaron a una vida en Piedra Parada y marcaron un camino para el desarrollo del lugar.