Comienza una nueva etapa de maduración en la conducción del tenis argentino liderada por Agustín Calleri y Mariano Zabaleta.
Un proceso que nació hace un par de años; movilizados Zabaleta y Gastón Gaudio, entre otros, empezaron a gestar un movimiento repleto de “legionarios” involucrados en el desarrollo de una alternativa para la Asociación Argentina de Tenis (AAT).
El total desacuerdo de cómo se estaban llevando adelante las riendas de la AAT, los motivó a formar un grupo de ex tenistas que aportó sus conocimientos en pos de un proyecto a largo plazo.
Es así que luego de meses de trabajo consensuaron ideas, políticas, acciones, definieron cargos y metieron el primer saque.
En el camino hubo breaks en contra que sortear, chicanas propias de una campaña política, idas y vueltas, pero siempre con la convicción de que lo que habían soñado iba tomando forma de victoria.
Una victoria basada en aciertos propios y errores ajenos. Por un lado, la unidad de “nombres pesados” apoyando este sueño Agustín Calleri, Guillermo Coria, Gaudio, José Acasuso, Franco Squillari, Zabaleta entre muchos. Recibir sus clubes a quienes habían sido sus ídolos tenísticos hasta hace muy poco fue muy seductor para los directivos de las entidades. Y encima vislumbraron en ellos un proyecto serio basado en ampliar las bases del tenis y convertirlo en un deporte popular de más fácil acceso.
Otro de los factores del triunfo del cordobés fue el gran apoyo de los clubes de futbol, sin ir más lejos, hasta River Plate voto en contra de su Director Deportivo, Daniel “Palito” Fidalgo (candidato a vice de Clerc). Otros “goles en contra” llegaron desde San Lorenzo, cuyo Presidente, Matias Lammens, fue personalmente a votar en favor del ex Diputado. Y hubo mas, desde Vélez Sarsfield soplaron vientos en contra de la “Nueva AAT”.
Más allá del apoyo de Guillermo Vilas, José Luis "Batata" Clerc (quien fue un caballero a la hora de reconocer la derrota ante su adversario) quedó muy solo dentro de una lista con personas que le restaron votos, a pesar de que ambos equipos cuentan con gente muy valiosa tanto en el plano personal como profesional.
El hombre de L’Aviron se dejó seducir por la potencial presidencia en lugar de sumarse a un equipo completo de tenistas. Quizá el gran apoyo recibido de parte de la AAT a uno de sus jugadores juveniles, Sebastián Baez (por supuesto, muy merecido) le hizo sentir el compromiso de responder a la actual dirigencia.
Ahora quedó atrás el tiempo de las promesas. Calleri y su equipo de trabajo deben mostrar capacidad, sabiduría y madurez para gestionar y generar el crecimiento de este deporte que tanto nos apasiona.
