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Estado de excepción en Ecuador tras la fuga del preso más peligroso

La fuga del narcotraficante Fito obligó al gobierno de Daniel Noboa a tomar la iniciativa con la declaración del estado de excepción por 60 días en todo el país. "Hemos emprendido acciones que nos permitan recuperar el control de los centros de privación de libertad, perdido en los últimos años. En respuesta, estos grupos narcoterroristas pretenden amedrentarnos y creen que cederemos ante sus demandas. He dado disposiciones claras y precisas a los mandos militares y policiales para que intervengan en el control de las cárceles. Acabo de firmar el Decreto de Estado de Excepción para que las Fuerzas Armadas tengan todo el respaldo político y legal en su accionar", subrayó el mandatario en un mensaje corto y contundente al país, que no llegó a los 80 segundos.

Noboa reclamó el apoyo de la ciudadanía, "porque esta lucha es de todos" y mostró su convicción de que "las leyes que tenemos no son suficientes para vivir en paz". Y sentenció: "Nosotros no vamos a negociar con terroristas ni descansaremos hasta devolverle la paz a todos los ecuatorianos".

De esta forma los militares actuarán en el interior de las prisiones, convertidas en "comandancias" desde donde las bandas del crimen organizado preparan sus acciones delincuenciales.

A comienzo de semana se han producido intentos de amotinamientos en al menos seis cárceles de Quito y de la Sierra, además de la retención de agentes penitenciarios, al conocerse el plan de las autoridades para trasladar a los cabecillas.

"Señor presidente, vele por nuestras vidas y por nuestra seguridad, somos padres de familia. En las cárceles nosotros tratamos de mantener la calma mientras ustedes duermen junto a sus familias, por favor sea sensato en sus acciones. No envíe tropas a las cárceles, que serán escuadrones de la muerte, nuestra vida está en peligro", se dirigió a Noboa uno de los agentes secuestrados, junto a una docena de sus compañeros, amenazados todos ellos con presos enmascarados que empuñaban cuchillos.

El decreto gubernamental, justificado por la grave conmoción interna, prevé la movilización de los militares y policías por todo el país, quienes además tendrán mayor facilidad para realizar requisas e inspecciones en las casas.

Fuente: El Mundo, España