La jornada electoral que decidirá quién será el próximo presidente de Estados Unidos, comenzó a medianoche con el voto de siete personas en un pequeño caserío de New Hampshire.

Las encuestas dan una leve ventaja a la candidata demócrata Hillary Clinton sobre el republicano  Donald Trump pero todo es posible después de una campaña inédita.

Clinton llamó a votar por unos Estados Unidos “generoso”, y también afirmó en que los electores tendrán que decidir entre la “división” y la “unidad”.

En tanto el empresario Trump insistió en su eslogan: “Estados Unidos primero”, y prometió  acabar con “años de traiciones”, desandar tratados de libre comercio, cerrar la frontera, detener el narcotráfico y excluir a todos los refugiados sirios.

El ganador necesita llegar al número mágico de 270 votos de los 538 electorales, en este complejo sistema de votación, que será observado, por primera vez, por la OEA.

El informe desde Washington es de Leandro Querido.