Por Lic. Marcelina Romero

En un video de poco más de dos minutos de duración difundido en el canal de transición en Youtube, Donald Trump ha comunicado los primeros lineamientos de su presidencia. Comenzó por marcar terreno: la decisión de oponerse en forma contundente al tratado firmado por el demócrata Barack Obama ya da indicios de su política en el ámbito del comercio.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que retirará al país del norte del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica -TTP sus siglas en inglés-.

Utilizando las redes como principal soporte de difusión, anunció un combo de medidas que tomará a partir del 20 de enero.

Cuando se firmó el documento y se comunicó la creación de este acuerdo, los países firmantes rezaban “El TPP establecerá un nuevo estándar para el comercio y la inversión en una de las regiones del mundo de más rápido crecimiento y más dinámica. Nuestro objetivo es fortalecer la prosperidad compartida, crear trabajos y promover el desarrollo sostenible de la economía para todas nuestras naciones”. Este acuerdo comercial en conjunto representa el 40% del PBI del mundo, su texto no sólo habla de libre comercio sino que también regula temas tan complejos como la libertad de expresión, la innovación digital y el acceso a los medicamentos.

Desde hace años, hay quienes sostienen que los tratados de libre comercio sólo benefician a compañías privadas, y que las leyes que avalan su desarrollo van en contra de las normas ambientales y sanitarias. Una de las motivaciones de los países para negociar acuerdos comerciales es la eliminación de barreras arancelarias.

En la carrera hacia la presidencia, dos de los principales candidatos se opusieron al tratado de libre comercio: uno fue Donald Trump y el otro, Bernie Sanders.

Quien resultó ganador de las elecciones, puede tomar medidas al respecto y al menos ya anunció

“Voy a emitir una notificación para retirarnos del TPP, un desastre potencial para nuestro país. En su lugar, vamos a negociar tratados bilaterales justos que regresen trabajo e industria a nuestro país”, dijo el empresario elegido por el pueblo estadounidense para dirigir los Estados Unidos hasta el 2020.

Cabe recordar que el bloque económico está integrado por México, Perú, Chile, Malasia, Singapur, Japón, Vietnam, Nueva Zelanda, Canadá, Australia, Brunei y, por ahora, Estados Unidos. Vale decir que la lista de países debe corroborarse todos los días, como quien mira el pronóstico del tiempo que varía según los vientos.

Tras el anuncio de Trump, Japón consideró que “no tiene sentido sin Estados Unidos. El equilibrio fundamental de ventajas comerciales que tenía el TPP se vendría abajo, y renegociarlo de la misma manera resulta imposible”.

Las leyes del movimiento de Newton “acción-reacción” estarán a la orden del día cada vez que el presidente electo pronuncie alguna palabra.

De todas las futuras medidas anunciadas, la salida o permanencia de tratados es la que causa innumerables réplicas en el mundo.

Para Trump, este acuerdo es “un potencial desastre”.

Al menos podemos realizar algún tipo de escaleta para ver cómo seguirá la travesía del flamante presidente electo. Por lo pronto, ya anunció el envío de una notificación de retiro ni bien asuma la presidencia.

Trump fue claro y conciso: los acuerdos comerciales que incluyan a Estados Unidos a partir de su presidencia tendrán una raíz bilateral, su política comercial no se basará en los acuerdos multilaterales. Naturalmente, Argentina y otros países están a la espera de la posibilidad de que se abran puertas comerciales que beneficien a ambas partes.

Además de su rotundo “NO” al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, Trump anunció que evaluará si Estados Unidos renegocia o sale del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La esencia este acuerdo es la eliminación de aranceles entre Estados Unidos, Canadá y México.

Su agenda ya está delimitando los primeros anuncios que provocan ansiedad.

Del país de las maravillas, una latina más.