Eufemismos y desentendimiento de las acusaciones a Miret en los alegatos de su defensor

Ayer, en la segunda audiencia semanal de la megacausa por delitos de lesa humanidad, el defensor particular Juan Day introdujo análisis y descargos por los hechos específicos de participación criminal en privaciones de la libertad, tormentos, robos y desapariciones que se les atribuye a los ex jueces federales Luis Miret y Guillermo Petra Recabarren en complicidad con la represión ejecutada por los grupos de tareas, antes y a partir del golpe de Estado de 1976. Para ello se valió de cuatro herramientas defensivas -falta de jurisdicción y de competencia, falta de conocimiento de un plan criminal absoluto, falta de intencionalidad y prescriptibilidad- que aplicó en cada uno de los casos. En ese plano, “corrió los márgenes” de abundante documentación histórica que indica lo contrario y afirmó que crímenes perpetrados y denunciados en 1975 -con subrogancias de Miret-, como la brutal persecución grupal que se instruyó en la causa federal conocida como “Fiscal contra Mochi y otros”, “están totalmente fuera del terrorismo de Estado” y que, en cualquier caso, se trató de “abusos policiales en un contexto muy difícil para el país”. El abogado concluyó con las causas correspondientes a Miret, que abarcan a más de una treintena de víctimas, incluyendo a los desaparecidos Luis Moriña, los hermanos Hugo y Julio Talquenca, Héctor Granic, Blanca Santamaría, Lidia De Marinis y Virginia Suárez. Para el próximo lunes espera terminar con las imputaciones de Petra Recabarren, quien actuó como defensor oficial en la mayoría de los hechos en que se omitió investigar.