El diputado nacional Ramiro Fernández Patri analizó la decisión del presidente Alberto Fernández, anunciada el pasado lunes 8 de junio.
“Vicentín es uno de los sectores clave de la economía argentina, sexto agroexportador, trae divisas a la Argentina, se comporta como formador de precios, hay 2600 pequeños productores que dependen de las venta a esa firma, 4000 empleados que trabajan directamente con ella; y lo que paso fue que una gran empresa hacia finales de la gestión del presidente Macri se encontraba en cesación de pagos”, señaló.
En este marco, relató que el Banco Nación prestó a VIcentín SAIC aproximadamente 350 millones de dólares, mientras estaba en esta situación deudora, siendo el principal aportante de la campaña presidencial de Mauricio Macri.
A esto se suma las dudas que plantea un desembolso de 100 millones de dólares en el mes de noviembre de 2019, cuando ya se conocía que Alberto Fernández era el presidente electo; y a la semana, la empresa se declaró en quiebra.
“Estos créditos se daban para prefinanciación de exportaciones, las eran de la Argentina hacia el Uruguay, para, desde ese país, exportar al mundo. Se exportaba al Uruguay, no se declaraba la totalidad de lo exportado y en el país vecino tenía un montón de beneficios impositivos, por eso la intervención del estado para investigar todas estas situaciones, esta colusión para la evasión de impuestos, en desmedro del estado nacional argentino”, refirió.
De no haber intervenido el estado, Fernández Patri dijo que se habrían producido maniobras como venta de activos para dificultar el estudio de lo actuado por la compañía.
Patria o buitres
Otra de las razones fue la amenaza de compra de un sector estratégico de la economía nacional a precio de liquidación por parte de grandes operadores como Glencore o Cargill, para después, especular contra los intereses nacionales a través del mercado cambiario, reteniendo divisas e induciendo a devaluaciones, con el consiguiente aumento de precios de la canasta básica de alimentos de los argentinos.
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