El sábado 5 de noviembre por la noche, José Álvarez, de 35 años, regresaba en su moto desde Villa Urquiza donde había realizado trabajos como albañil. Pero mientras se conducía por el Acceso Norte y calle Gobernador Maya, una camioneta, conducida por Pablo Lódolo, lo embistió y perdió la vida en forma instantánea. Familiares de la víctima marcharán este jueves hacia Tribunales para exigir justicia y que la causa se esclarezca.

Este miércoles, la familia de Álvarez fue notificada sobre el cambio de carátula de la causa. "De accidente a investigar" a "homicidio", contó Lorena Acosta, viuda del motociclista; quien además relató cómo fue que se dieron cuenta "que algo pasaba" con la muerte de su marido.

"Después del entierro, llamó el abogado de Lódolo (Pablo) y le dijo a mi suegro que le ofrecía lo que sea para que esto se termine ya; pero él le dijo que no molestaran más que esto iba a seguir su curso", dijo Lorena ante Canal Once y dio cuenta que "me quedé sola con tres hijas y un nieto en camino, él era el único que trabajaba de albañil. Ahora sigo adelante gracias a nuestra familia, amigos y vecinos que también colaboraron para la corona y el cajón porque nosotros no pagábamos un servicio".

Consultada sobre las irregularidades que ellos denuncian del caso, explicó que comenzó a presentir que algo estaba mal "desde el momento en que me vienen a avisar a las 4.45 del día domingo, cuando me dijeron que mi marido había tenido un accidente y había fallecido en el lugar, a las 11 de la noche". Además agregó que desde la policía le comunicaron que su marido estaba indocumentado y sin casco, "lo cual es imposible, porque él siempre andaba con su billetera completa y su casco azul. Era una persona super prudente y eso es imposible. Tampoco nunca me llamaron para reconocer el cuerpo".

La mujer relató que cuando se hicieron presentes en la Comisaría Séptima, los trataron "muy mal. También nos maltrataron en la Fiscalía; algo nos daba una señal de que estaba todo mal. Encima cuando nos entregaron el cuerpo y vemos que en la cara no tiene un solo raspón y la ropa intacta, ahí dijimos, acá pasa algo".

Por su parte, Claudio Álvarez, hermano del motociclista fallecido, recordó que "el abogado (del profesional médico que conducía la camioneta) lo llamó a mi papá y le dijo que se ponían a disposición para lo que sea, plata o lo que sea, pero nosotros no queremos nada de esa persona, estamos mal y se hubiera puesto a disposición de la familia antes".

Paso seguido, manifestó que por terceras personas se fueron enterando de detalles de lo sucedido la noche del fatal accidente. "Lódolo estaba dentro de la camioneta, se agarraba la cabeza, tomaba mucha agua y hacía llamados telefónicos. En un momento empezaron a caer al lugar altos funcionarios policiales". Además le dijeron que el profesional "se quiso dar a la fuga, pero la camioneta no le dio porque tenía roto el radiador, hizo unos metros y se le quedó".

Hizo hincapié en que "nos avisaron a las 4.30, yo llegué al lugar a las 5 y ya no había nada, sólo estaban los pedazos" de la camioneta y de la moto.

Además expresó que mientras estaba en un programa de radio, "un vecino de Lódolo se comunicó y les contó que a las 3.30 de esa madrugada, una grúa le estaba bajando la camioneta en la casa y él mismo la entró".

Álvarez pidió que se investigue "a toda esa gente que estuvo esa noche en el accidente, a los peritos, al fiscal, a los policías. Mientras mi hermano estaba tirado en la ruta tapado con cartón, hicieron lo que quisieron y nos avisaron seis horas después".

Finalmente, solicitó: "necesitamos testigos, tiene que haber alguien que haya pasado, se por ahí la gente no se anima, pero la familia lo necesita. O las cámaras de seguridad de varias empresas que están en la zona, si tienen algo, por favor que lo aporten, lo necesitamos, somos una familia humilde y no puede ser que Pablo Gabriel Lódolo pueda tapar todo con plata y siempre ganen ellos y que la gente humilde quede desamparada".

Este jueves, los familiares de José Álvarez realizarán una marcha hacia tribunales para exigir justicia por el hombre de 35 años que encontró la muerte una noche cuando regresaba de trabajar.