Este jueves se desarrolla en el edificio de Tribunales la jornada de alegatos en el juicio oral contra Julián Christe por la muerte de Julieta Riera. Al hacer uso de la palabra, el fiscal Ignacio Aramberri mencionó que había una lesión en el cuello de la víctima, un lugar desordenado, los anteojos de Julieta rotos y con sangre debajo de un sillón y rastros genéticos de Julieta en las manos de Christe.
“Imposible que haya sido un accidente”, afirmó y agregó que la víctima “fue arrojada por el balcón, su caída fue sin impulso, con peso muerto, sin instinto de supervivencia, desvanecida por la compresión en el cuello”.

“Jorge Julián Christe es un violento de manual, en su vida diaria era violento”, dijo el fiscal y enumeró hechos protagonizados en el edificio donde residía, en la vía pública y con su expareja.

Respecto a Julieta, el funcionario judicial entendió que “ella aceptó esa violencia, estaba envuelta en una telaraña que construyó el imputado, sacándole la individualidad” y afirmó que la joven era víctima de violencia sexual.

El pedido de Justicia de la familia Riera

Afuera de la sala de audiencias, los hermanos de Julieta siguen de cerca las distintas instancias del juicio oral. “Se vive como se puede y lo único que esperamos es que se termine de una vez por todas”, dijo Matías Riera. En tanto, Mariana sostuvo que la familia está mal y esperan que se haga justicia. “No tenemos ninguna duda que fue un femicidio”, agregó.

“Estamos acá con las fuerzas que nos quedan, apoyando a mi mamá, que está adentro (de la sala), y hay que sostenerla y seguir adelante”, dijo la hermana de Julieta.