El presidente Alberto Fernández conversó con su par brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, a través de una videoconferencia en la que abordaron la situación comercial bilateral en el marco de los acuerdos firmados en la reunión que mantuvieron el pasado 23 de enero en Buenos Aires. Según se informó oficialmente, conversaron aproximadamente 45 minutos en torno a una agenda que se centró en el análisis de la evolución del comercio bilateral y los avances en la implementación de los acuerdos de cooperación.
El informe desde Casa Rosada es de Claudio Leveroni.
Además, Fernández y Lula dialogaron sobre el rol de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), organismo regional al que ambos países anunciaron formalmente su retorno en las últimas semanas, y a la vez destacaron la importancia de profundizar "los vínculos de fraternidad y el comercio" regional.
El intercambio entre los mandatarios se da en un contexto en el que Lula defiende la adopción de monedas locales en el comercio bilateral y el estudio de una moneda para comercio exterior sudamericana con el objetivo de reducir la dependencia del dólar.
"Estoy a favor, en el caso de Brasil con Sudamérica, de que creemos una moneda para comerciar, que aquí en los Brics (la coalición de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se cree una moneda de comercio entre nuestros países, como los europeos crearon el euro", dijo el miércoles Lula en su paso por España y Portugal.
En el plano bilateral, ya durante su visita a Buenos Aires en enero, Lula había lanzado la idea de una moneda común (no única, solo para comercio exterior) que sustituya al dólar, cuyo nombre fue bautizado en los papers del ministro de Economía, Fernando Haddad, como "Sur".
De hecho, el mandatario brasileño estuvo en Madrid de visita oficial y, en conferencia de prensa después de reunirse con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, retomó la idea de abandonar el dólar para el comercio en el Mercosur y entre los países del grupo Brics, espacio al que la Argentina intenta sumarse.
El líder histórico del PT tuvo, en las últimas semanas, otros gestos que han sido agradecidos públicamente por la Casa Rosada, entre ellos la crítica contra el desempeño de los organismos multilaterales de crédito, referencia explícita del caso de Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lo hizo desde Shangai, durante la asunción de la expresidenta Dilma Rousseff como titular del banco de los Brics, el New Development Bank (NDB), cuando acusó al FMI de "asfixiar" a Argentina con las exigencias para el cumplimiento del acuerdo.
Lula aseguró que el NDB (Nuevo Banco de Desarrollo, en español) deberá funcionar como una alternativa al Banco Mundial.
Es en este marco que el mandatario brasileño busca la reinserción continental de Brasil en la región con la Unasur y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), dos foros a los cuales Brasilia regresó tras los cuatro años de Jair Bolsonaro y en los cuales se encontrará con una Argentina que se vuelve a sumar al primero de esos grupos y que presidió el segundo durante el mandato de Alberto Fernández.
El vínculo de Lula con Argentina y con el Presidente va más allá de lo institucional: Fernández fue uno de los políticos que lo defendió públicamente mientras se encontraba preso y quien más rápido lo recibió tras su liberación.
Siendo aún un contendiente para volver al Palacio de Planalto, el 10 de diciembre de 2021 Lula participó de un acto masivo junto a Fernández, a Cristina Fernández de Kirchner y a José "Pepe" Mujica en Plaza de Mayo, donde los argentinos lo ovacionaron.
Además, el brasileño tiene buena relación con el embajador y precandidato a la presidencia del Frente de Todos (FdT) Daniel Scioli, con quien ha sabido dialogar incluso antes de que Lula llegara por tercera vez a Brasilia.
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