El presidente Alberto Fernández mantuvo esta mañana una comunicación con su par de la Federación Rusa, Vladimir Putin, con quién dialogó acerca de la vacuna Sputnik V producida por ese país y su posible aplicación en la Argentina para combatir la pandemia del nuevo coronavirus.
Así lo confirmaron a Télam fuentes oficiales que señalaron que la vacuna Sputnik V fue uno de los temas sobre los que dialogaron ambos mandatarios, aunque más detalles sobre la conversación podrían ser revelados por el presidente Fernández cuando esta tarde se dirija al país para informar sobre el curso de las medidas adoptadas para mitigar la circulación del coronavirus.
El pasado 29 de octubre, el Congreso Nacional facultó al Poder Ejecutivo a realizar los trámites necesarios para la adquisición de las vacunas que se desarrollen para enfrentar la Covid-19 y esta semana el Gobierno nacional anunció que había avanzado negociaciones con Rusia para adquirir 25 millones de dosis de la vacuna producida por el Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
La Gam-Covid-Vac Lyo -conocida como Sputnik V en un homenaje al nombre del satélite soviético, el primero de la historia de fabricación humana- es la vacuna desarrollada contra el coronavirus por el Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, afirmó con anterioridad que -tal como sucede con todos los medicamentos- la vacuna rusa deberá cumplimentar presentaciones ante diversos organismos internacionales y que ya dio los primeros pasos en tal sentido en la Anmat de la Argentina.
Respecto del anuncio de la compra y las sombras echadas por dirigentes opositores, diversos funcionarios nacionales aclararon que, en este momento, todas las vacunas se encuentran en fase 3 y que la mayoría de los gobiernos del mundo se encuentran en procesos similares al encarado por Argentina, ya sea con Rusia o con otros productores.
También se desmintió que el desarrollo del instituto con sede moscovita haya sido aplicado compulsivamente a toda la población de aquel país y se aclaró que tampoco será obligatorio cuando esté disponible en la Argentina.
Fue el ministro de Salud Ginés González García quien ayer aclaró que la inoculación "no es obligatoria pero es necesaria".
"Creemos que la gente debe ser persuadida y convencida, como la mayoría que está esperando la vacuna", afirmó.
Sectores opositores también hicieron críticas apuntadas a un supuesto fundamento político de la decisión de la Casa Rosada.
En ese sentido, el propio Presidente fue quien -hace unos pocos días- desestimó el carácter geopolítico de la decisión: "Nosotros no preguntamos qué ideología tiene la vacuna, lo que preguntamos es si salva vidas de argentinos. Porque lo único que importa es ponerle fin a la pesadilla de la pandemia".
Previamente a este anuncio, se habían dado otros con distintos laboratorios como Pfizer y Sinopharm para que se realicen pruebas de fase 3 en el país.
Sin dudas, el más resonado entendimiento fue con AstraZeneca, laboratorio productor de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, que fabricará su medicamento para distribuir en Latinoamérica desde Argentina y México.
Por ello, distintos funcionarios del Ministerio de Salud se encargaron de aclarar que el acuerdo por la Sputnik V no significa que en Argentina se puedan suministrar, en algún momento, vacunas de distinto origen.
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