El 1 de noviembre de 2009 todo cambió en la vida de Fernando Cáceres. Esa noche, mientras iba conduciendo por el barrio en el que se crió, recibió varios disparos a quemarropa que le provocaron graves heridas.

En diálogo con el equipo de Nunca es Tarde, Fernando hoy reflexiona sobre su historia.

"Yo hoy estoy en una silla de ruedas pero lo puedo contar; aprendí muchas cosas de esto, y una es que hay que vivir el día a día".

15 años después de ese hecho, Fernando no sólo sigue amando la vida por encima de todo, a pesar de tener que hacerlo en una silla de ruedas, perdiera un ojo, masa cerebral y siga con el proyectil en su cabeza; sino que busca que su historia de vida le pueda ayudar a otras personas que pasan por situaciones difíciles.

Hoy "el negro" trabaja en el Fernando Cáceres Atletic Club de Rafael Castillo donde asiste a jóvenes deportistas que buscan superar situaciones delicadas.