En Un pasaje hasta ahí, el ciclo conducido por Agustín Cammisa, la neurocientífica y divulgadora Florencia Labombarda —investigadora del IBYME (CONICET) y creadora de la cuenta de divulgación @tomateloconciencia— explicó por qué la metacognición es clave para relacionarnos de forma sana con la inteligencia artificial y evitar que el cerebro “se vuelva básico”.
Labombarda definió la metacognición como la capacidad de observar nuestros propios pensamientos y usar la IA como un “andamio” que nos permita entrenar habilidades superiores —en vez de delegarlas por completo—: “Si la IA hace todo por nosotros, perdemos entrenamiento; si la usamos como bastón y luego la soltamos, podemos aprender de verdad”, dijo en el aire.
La investigadora detalló riesgos concretos: la descarga cognitiva (delegar memoria, cálculo o síntesis a herramientas externas) puede dejar nuestras capacidades en un nivel básico si no las ejercitamos; esto es particularmente sensible en niñas, niños y adolescentes, cuya corteza prefrontal aún está en desarrollo y necesita contacto físico, juego y socialización para consolidar funciones como la empatía y el autocontrol.
En la conversación con Cammisa también salió un consejo práctico: enseñar a las nuevas generaciones a supervisar la IA —preguntarse qué le falta a la respuesta automática, qué criterios usó y si hay sesgos— en lugar de aceptar pasivamente lo que devuelve el algoritmo. Labombarda lo calificó como una práctica metacognitiva imprescindible para formar usuarios críticos y profesionales idóneos en la era digital.
Podés seguir a Florencia en Instagram en @tomateloconciencia y escuchar la charla completa en Un pasaje hasta ahí (fragmentos y transcripción provista por la producción).

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