Tras el paso de la categoría en el GP de México que ganó Max Verstappen, sin ninguna dificultad, acompañado de Bottas y Räikkönen en el podio. Las miradas se posaron en el británico Lewis Hamilton que se proclamó tetracampeón del mundo de Fórmula 1 después de que Vettel no haya conseguido terminar segundo o mejor.
Hamilton es ejemplo de superación, porque no tuvo una familia que le pagara los mejores autos para ir escalando hasta llegar al máximo nivel.
Se lo ganó a base de esfuerzo y gracias a sus aptitudes al volante, claro, esas que le vio Ron Dennis a los 10 años.
Además de sumar una nueva corona, una de las principales metas era igualar el récord de 65 poles de su ídolo Ayrton Senna. Era algo que lo develaba pero no para ser igual o más que el paulista, sino que quería sentir lo mismo que había conseguido el hombre con el que creció viendo la televisión y se vislumbraba con sus maniobras.
Con 32 años, y diez ininterrumpidos en la Fórmula 1, Lewis Hamilton consiguió cuatro campeonatos, 206 presentaciones, 62 victorias y 72 pole positions, y algo menos importante, el meterse en el selecto grupo de aquellos pilotos que tienen al menos cuatro títulos. Ahí están los tetracampeones Sebastian Vettel, su rival de este año en la pista, y Alain Prost, Juan Manuel Fangio (5) y Michael Schumacher, el más ganador, con siete consagraciones.
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