Un grupo de vecinos de Yerba Buena logró frenar la obra de ampliación del cementerio San Agustín, ya que se oponen a que puedan colocar 2500 tumbas más, autorización que consiguieron de parte de la Municipalidad de Yerba Buena que conduce Mariano Campero (UCR-Juntos por el Cambio). “Tenemos un informe presentado por San Agustín SRL del 2003, cuando intentaban hacer el crematorio en Yerba Buena. Ahí ponen en conocimiento estudios que decían que enterrar cuerpos generaba contaminación en las napas superficiales en la zona del pedemonte, en Yerba Buena, donde ellos ya estaban instalados desde 1979. Esto genera contaminación no solo por los cuerpos que se degradan, sino también por los metales pesados que tienen los cajones, los barnices de la madera, que todo va directamente a la napa y ellos lo dicen en su propio informe. Ellos decían que era mejor la cremación antes que la inhumación, sobre todo si la persona había muerto por enfermedades infecciosas porque se contaminaba la napa que es muy superficial”, señaló Agustina Bauque, representante de los vecinos.