La Fundación Córdoba de Todos relevó los datos sobre la participación política de las mujeres e identidades disidentes en cargos ejecutivos y legislativos en la Ciudad de Córdoba . A más de 62 años del voto femenino y de la reforma constitucional de 1994, que incorpora el cupo femenino, persiste una enorme desigualdad en la distribución de cargos políticos.

En la historia de la Ciudad de Córdoba ninguna mujer ocupa ni ocupó la intendencia/viceintendencia. De los 22 cargos ejecutivos que conforman el gobierno municipal cordobés, solo 3 son mujeres y en 2018 se incorporó una persona Trans. De 302 funcionarios municipales, solo 87 son mujeres.

El Concejo Deliberante realizó un importante avance en este sentido, aprobando la Ley de paridad de 50% para los cargos legislativos en la Ciudad de Córdoba. Sin embargo, no se modificó la carta orgánica (con lo cual, este avance es fácilmente reversible para cualquier otro gobierno), y no está reglamentado si debe haber un orden de las listas en función del género. Además, se mantiene una lógica binaria, donde el porcentaje se divide entre hombres y mujeres y no se incluyen las identidades disidentes.

Finalmente, la mayoría automática le otorga un exceso de poder al ejecutivo municipal, con hegemonía masculina, lo que agrava la desigualdad. No alcanza con la paridad en los órganos legislativos, es necesario que las mujeres e identidades disidentes accedan, ocupen y tengan espacios concretos de toma de decisión en el diseño e implementación de políticas públicas.

La construcción de una ciudad más igualitaria tiene muchas aristas, pero es importante visibilizar las desigualdades existentes, y exigir políticas y definiciones que garanticen mayor igualdad, para construir una ciudad donde podamos vivir mejor. Matilde Bustos, secretaria de organización, brindó detalles de la actividad: