Godoy Cruz Antonio Tomba de Mendoza inicia su temporada número once en la Primera División del fútbol argentino. Siempre los ánimos se renuevan con cada inicio de campeonato en el club mendocino.
Caras nuevas comenzaron a circular por el “bodeguero” en el segundo semestre, entre ellos, el relevo en el banco. Salió el director técnico rosarino Lucas Bernardi, y entro el uruguayo Mauricio Larriera, quien llego en silencio a Mendoza, pero con varios antecedentes bajo el brazo.
Larriera fue  elegido “Mejor director técnico de la temporada 2014/2015 en Uruguay”.
Nueva impronta de trabajo para el adiestrador “charrúa” que, a pesar de dirigir su primer partido oficial ante el brasileño, mostró cosas interesantes para remarcar.
Por ejemplo, solvencia en ataque con dos potentes delanteros que casi no jugaron juntos con Bernardi, el uruguayo Santiago el “Morro” García y el cordobés (de los goles importantes) Javier Correa.
Otro punto del uruguayo, apostar a la dupla defensiva de la era Bernardi, Leonel Galeano y Sebastián Olivarez, quienes ya tuvieron varios minutos en la mini pretemporada en Mendoza y en el partido en Porto Alegre.
Ante la salida del mejor jugador del plantel en el último torneo, el arquero Rodrigo Rey, el “Tomba” debió salir a buscar un portero en el mercado de pases. Y como ya es una marca en Godoy Cruz buscaron en mercados alternativos, para comprar bueno y barato, siempre (o casi) los refuerzos desconocidos terminan siendo figuras en los torneos.
Por ende, el Tomba no trajo uno, sino dos goleros, Ramiro Martínez, de la reserva de Boca Juniors y al uruguayo Leonardo Burian.
¿Cuál es el objetivo del Tomba? Simple. Lograr un buen colchón de puntos, ya que Bernardi no realizó una gran campaña en el torneo local, lo que le costó la continuidad y varios momentos ríspidos con el presidente José Mansur.