“Yo fui antiperonista hasta el 55, cuando la marina bombardeó Plaza de Mayo y cuando se fusiló gente por la resistencia peronista. Ahí me di cuenta que yo estaba mal porque no podía estar del lado de esta gente”, sostuvo Graciela Fernández Mejide, política y activista de derechos husmanos en la Argentina y parte de la CONADEP desde el 83.

“Ser ‘anti’ te hace perder un montón de oportunidad, lo mejor es escuchar todo y luego elegir”

Asimismo, revivió su pasado al recordar la desaparición de su hijo Pablo durante la última dictadura militar, “momento en el que se confirmaron mis peores visiones”, y analizó la historia política nacional antes del golpe del 76’.

“Antes del 76’ hubo 6 golpes y mucha gente antiperonista, por serlo, se alivianaba de ello, ya que asumía que luego habría elecciones y pasaría la cuestión, pero no fue así”, manifestó.