El encendido de los fogones, que iluminan la noche y templan el invierno, inicia cada 16 de junio la vigilia alrededor del monumento a Martín Miguel de Güemes, al pie del cerro San Bernardo, en la capital de Salta.
Ceremonia para el homenaje y el reencuentro de familias hermanadas, comidas típicas, guitarreadas hasta el amanecer, hasta la mañana en la que desfilan por las principales calles de la ciudad delegaciones provenientes de distintos fortines, con invitados de otras provincias.
Al paso de la cabalgata, durante los actos oficiales predominan ponchos color rojo toro con guardas negras, chambergos de ala ancha, guardamontes de cuero y la bandera celeste y blanca sostenida por lanzas como mástiles.
“El orgullo más importante es que el propio pueblo y los descendientes se acercan al lugar, reconociendo que sus ancestros hicieron la Libertad y la Independencia”, cuenta en este informe de Contenidos, Radio Nacional, el historiador Marcelo Farfán, cuyos antepasados también participaron de la gesta.
La tradición comenzó en 1944, conmemora el aniversario de la muerte de quien encabezó tropas patriotas victoriosas frente a las realistas y fue el primer gobernador elegido por el voto popular.
Herido en una emboscada española, el general falleció el 17 de junio de 1821 rodeado por sus gauchos, los “infernales”, en la zona de El Chamical salteño, otro escenario para la Guardia bajo las Estrellas en honor al prócer.
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