El 23 de noviembre en Paso Vallejos, Monte Caseros Corrientes, desalojaron a una familia de veinticinco personas de forma violenta que ancestralmente vivían en esos lugares, allí fueron detenidos Guillermo Galantini, su hijo Galileo y una persona mayor de 70 años y Jorge Espíndola. Galantini fue liberado luego de estar 21 días detenido y dijo "nosotros estábamos ahí para interceder para que el juez y el fiscal que estaban a cargo de ese operativo puedan hacer un acta con la familia y plantear un desalojo con fecha y no lo que estábamos viendo: tirar los muebles de la familia Almeida a la calle, sacarlos a los empujones y las patadas".

La policía de la provincia pateó a una anciana en el desalojo, tuvo una fractura, una luxación expuesta de su tobillo. "Nosotros fuimos víctimas de ese atropello en ese momento y luego fuimos víctimas junto a otros compañeros de las detenciones y la arbitrariedad de mantenernos detenidos 21 días sin ninguna prueba" aseveró Galantini.

Los detenidos fueron torturados y trasladados sin saber a dónde por la noche, a toda velocidad. Se vivieron momentos muy violentos luego de la detención es lo que relata Guillermo, el comisario los agrede sin dejarlos respirar, "concentrate y no te desesperes" era lo que le decía a su hijo, "si esto lo hicieron con nosotros, lo pueden hacer con cualquiera". Un conjunto de más de cien organizaciones sociales, gremiales, sindicales y políticas se han plegado en distintos ámbitos del país de manera multitudinaria en defensa de los derechos democráticos y de las mínimas libertades que cualquier ciudadano argentino tiene que tener y que el pueblo correntino felizmente demostró que no dejará pasar con una ceremonia formal, "inundaron las calles de corrientes ese 3 de diciembre, dieron un gesto que seguramente repercutió en las más altas esferas del poder político y judicial de la provincia y fueron uno de los mojones para que nosotros ahora estemos libres", puntualizó Galantini.

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