En la primera edición del Panorama Nacional, Mario habló sobre el dictamen que dio la Corte Suprema de Justicia en abril de 2017, en el que resolvió los motivos por los cuales la policía bonaerense no se “podía agremiar”.
“El dictamen analizó el artículo 14 bis de la Constitución, revisó los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, ratificados por la Argentina, y el tratamiento constitucional y legislativo que se le dio al problema de la sindicalización de la policía desde los años de la democracia. También la Corte examinó otros tratados internacionales con rango constitucional, que reconocen en principio ese derecho a las fuerzas policiales pero también permiten que la legislación interna de cada país restrinja o prohíba el ejercicio de derechos sindicales. En 2017 la Corte concluyó que el artículo 14 bis de la Constitución no concede derecho al personal policial para tener una paritaria, y recurrir a la Conciliación y al arbitraje, y tampoco acceder al derecho de huelga”, recordó.
En una segunda parte del editorial Giorgi mencionó el episodio “casi al borde de la sedición”, que en septiembre pasado protagonizó un grupo de policías armados de la bonaerense frente a la quinta de Olivos cuando reclamaban por temas salariales. “Aquel día varios de los que con megáfono en mano siguieron reclamando, eran personal retirado exonerado de la fuerza, acusado por la Comisión de una verdadera colección de los más diversos delitos. Entre ellos también recordamos que hubo militantes de Juntos por el Vuelto, como el oficial Mariano Alderete, militante del PRO bonaerense con María Eugenia Vidal y confeso admirador de Macri. Aquella protesta fue castigada. Ahora justo en las vísperas de una nueva acción preparada para estos días, convocada desde las redes sociales, buscaban repetir la rebelión este 11 de febrero con la consigna de que se equiparen los sueldos de la bonaerense con los de la policía de la ciudad. Parece una demanda ociosa, si se toma en cuenta, la recomposición del 43 % que recibieron durante el primer año del gobierno del Frente de Todos tras haber perdido el 30 % del poder adquisitivo en los cuatro años de Vidal, a quien a pesar de eso y curiosamente no le plantearon ninguna rebelión”, agregó.