La psicóloga y viuda del empresario David Graiver, habló con Causa Pendiente sobre el proceso judicial que lleva a cabo contra la hegemonía mediática por la causa de Papel Prensa. Lidia era una de las principales accionarias de dicha compañía y relató como fue la persecución de la dictadura militar para apropiarse de la empresa.
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"Cuando apelamos en el año 2018 en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sabíamos que los plazos podían ser muy largos. Me sorprendí que haya llegado la respuesta y eso que pasaron muchos años", sostuvo.
Al recordar todo el tiempo transcurrido desde la persecución de la dictadura, ser victima de tortura, la operación por un tumor cerebral como consecuencia de esas torturas hasta esta etapa del proceso judicial, Lidia reflexionó: "Tengo un largo recorrido desde 2010 hasta acá con la parte legal y me parece que hay cosas muy rebuscables en todo lo que sucedió previamente a esto. En el año 82, cuando me operan tras estar seis años detenida, le dije al juez que habían habido tantas injusticias en esta historia que iban a decir que no era real la operación, que quería estar en un sanatorio, entonces le transmití que 'ya escuche tantas mentiras que prefiero operarme que determine la justicia con el medico que ustedes decidan'. Finalmente me operaron en el Hospital Pirovano y había gente que en el proceso de recuperación me ayudaba porque les parecían muy terrible la condición en la que me veían".
Finalmente, con respecto a la apropiación de Papel Prensa por parte de los tres diarios de mayor tirada del país, se refirió a Héctor Magnetto como "el otro día hable de la gente que buscaba tener dinero. En ese momento Magnetto no tenía dinero, era una persona que no tenía una posición que tiene hoy en día. Papel Prensa significó el poder y el poder logrado desde el poder económico. Entonces, David cuando crea Papel Prensa, le da el 25% de las acciones al gobierno y el proyecto de David era retirarse en cinco años luego del proceso de cotizar en bolsa, etc. A él lo matan en 1976, le quedaban cuatro años más para luego poder dedicarse a lo que él quería, que era escribir sobre historia económica latinoamericana. Con el paso del tiempo, nos citan al diario La Nación. Estaba sola en una habitación y de golpe entra un señor que se para al lado mio y me dice 'Usted va a firmar este papel porque ahí va su vida y la de su hija' y ese era Magnetto. Esa mirada nunca me la pude olvidar. He denunciado a mis torturados, los he reconocido, etc, etc, pero nunca en la vida le tuve más miedo en mi vida a esa mirada porque supe que lo que decía, lo iba a hacer", sentenció.
Etiquetas: Causa Pendiente, Lidia Papaleo, Papel Prensa