El 5 de noviembre

¿Harris o Trump?: los siete estados clave que decidirán al próximo presidente de EEUU

Más de 240 millones de personas están habilitadas para elegir presidente en Estados Unidos el 5 de noviembre, pero un número mucho menor de votantes, de un puñado de estados clave, será el que decida el próximo inquilino de la Casa Blanca: si Kamala Harris o Donald Trump.

Aunque en la boleta se marca una fórmula presidencial, el votante en realidad elige a "electores" de su estado que, a mediados de diciembre, constituidos en Colegio Electoral, se reúnen en la capital de cada uno de los 50 estados con el único fin, cada cuatro años, de votar directamente al presidente.

Cada estado tiene un cierto número de electores, según su población, hasta un total nacional de 538. Los electores se comprometen a votar a quien haya ganado en su estado. Para lograr la Presidencia, un candidato debe alcanzar la cifra de 270 electores, la mitad más uno del total, en el Colegio Electoral.

En una mayoría de los estados -porque históricamente han sido o son demócratas o republicanos-, la carrera no es competitiva y se sabe el ganador de antemano, y la sumatoria de sus electores dejaría las cosas más o menos empatadas, con casi igual número para uno u otro candidato.

De esta forma, la Presidencia se termina definiendo en los estados restantes, aquellos en los que la carrera es pareja, de final abierto, conocidos como "estados hamaca", por oscilar entre uno y otro partido de una elección a otra. Su número varía en cada elección, aunque algunos estados integran la lista hace décadas.

En el ciclo electoral de 2024, según muestran los sondeos, los estados clave son siete, que ponen en juego un total de 93 electores. En ellos centran Trump y Harris sus energías y la mayor parte de sus fondos.

- Pensilvania -

Quizá el estado más codiciado, con sus 19 electores.

Trump ganó por la mínima en 2016 y Joe Biden se impuso en 2020 pero también por escaso margen.

En este estado en declive industrial, los obreros tienden a dar la espalda a los demócratas.

Pero la vicepresidenta Harris cuenta con los grandes proyectos de infraestructuras lanzados por el presidente Biden y con el apoyo de los sindicatos para conservarlo.

Las grandes ciudades de Filadelfia y Pittsburgh se inclinan por ella, mientras que Trump apuesta por la población rural.

Demografía: Blancos no hispanos (74.1%) / Afroestadounidenses (12.3%) / Hispanos (8.9%)

 

- Michigan -

Al igual que Pensilvania, este bastión demócrata -y sus 15 electores- fueron a parar a Trump en 2016, para sorpresa de todos, frente a Hillary Clinton.

Biden lo reconquistó en 2020.

En esta cuna de la industria automotriz, también en declive, Harris ha recibido un fuerte apoyo del principal sindicato del sector (UAW), pero no de los numerosos votantes árabes-estadounidenses o musulmanes indignados por el apoyo de Estados Unidos a Israel en la guerra de Gaza.

Trump apuesta en particular por el coste de la vida para movilizar a la clase media contra Harris, que se presenta como la heredera de un mandato de Biden marcado por la inflación.

Demografía: Blancos no hispanos (73.7%) / Afroestadounidenses (14.1%) / Hispanos (6%)

 

- Wisconsin -

Junto con Pensilvania y Michigan, es el tercer estado que resquebrajó el "muro azul" en 2016, un bloque de una veintena de estados considerados firmemente demócratas.

Hillary Clinton perdió sus 10 electores, que Biden recuperó en 2020.

Como muestra de la importancia del estado para ellos, los republicanos celebraron allí su convención en julio, en Milwaukee.

Demografía: Blancos no hispanos (79.5%) / Hispanos (8.1%) / Afroestadounidenses (6.6%).

 

- Georgia -

Probablemente el más importante de los estados hamaca, junto con Pensilvania.

En el corazón del sur religioso y conservador, Georgia confía tradicionalmente sus 16 electores al candidato republicano.

Pero en la estela de los movimientos antirracistas, este estado, con su numerosa comunidad afroestadounidense, prefirió hace cuatro años al demócrata Biden.

Hija de padre jamaicano y madre india, Harris tiene 59 años, casi 20 menos que Trump, y un mejor perfil para atraer a los jóvenes y a las minorías de los centros urbanos y universitarios.

Pero el electorado religioso alaba a Trump como artífice de la suspensión de la garantía federal del aborto. Un logro por el que parecen proclives a olvidar la imputación del expresidente por intentar alterar los resultados de las elecciones en Georgia en 2020.

 

- Carolina del Norte -

Otro estado sureño, Carolina del Norte, con 16 electores, no vota por los demócratas desde Barack Obama en 2008, pero su gobernador es demócrata desde 2017.

Sin embargo, al igual que en Georgia, Harris cuenta con los afroestadounidenses (en torno al 20% de la población) y los jóvenes.

Los demócratas se esfuerzan por aumentar el número de votantes registrados con la esperanza de mejorar la participación.

 

- Arizona -

Este estado predominantemente republicano del suroeste, de 11 electores, dio la sorpresa en 2020 al elegir a Biden por solo 10.457 votos de ventaja.

Trump ha centrado su campaña en la inmigración ilegal, un tema importante en este estado fronterizo con México. Esto juega en contra de Harris.

La esperanza de la actual vicepresidenta radica en que en las elecciones a mitad de mandato de 2022, el estado prefirió a una demócrata para gobernadora, en detrimento de una candidata trumpista.

 

- Nevada -

Este estado del oeste de Estados Unidos con seis electores, conocido por sus casinos, no ha votado por un republicano desde George Bush en 2004.

Pero los conservadores creen que pueden conseguirlo gracias en parte a la población latina, un sector de la cual se distancia de los demócratas.

Los partidarios de Harris esperan que la llegada de nuevos habitantes -empleados más jóvenes y mejor formados que suelen proceder de la vecina California para trabajar en el sector tecnológico o en la transición energética- juegue a su favor.