COLUMNA DE OPINIÓN

Hay que saber cuánto marca el termómetro

Dice la información que el Instituto Nacional de Estadística y Censos comenzará a medir el Índice de Precios en cada región del país; en nuestro caso, Cuyo. Otro dato a considerar, aparte del que difunde la Dirección provincial de Estadísticas e Investigaciones que refleja la inflación del Gran Mendoza.

 

Este Indec es diferente al que solo tenía una Birome Loca que anotaba. Entonces, a quien la manejó no interesó si los índices eran reales o no; lo importante fue que los números sustentaran la caricatura de la economía que difundió durante mucho tiempo, demasiado.

 

Así fueron los dibujos del Índice de Precios al Consumidor (Costo de vida) del Instituto Nacional de Estadística y Censos hasta 2015.

 

Pero llegó el momento en que no cerraron las cuentas de los consumidores (o cerraron mucho antes de llegar a fin de mes...) y la realidad pasó por encima a la manipulación.

 

Y millones hicieron oír su reclamo de transparencia no solo para la (como se decía antes Carestía de la Vida) sino porque aquí “había menos pobres que en Alemania”.

 

En diciembre de 2015, y en una de las primeras medidas relacionadas con la economía adoptada por el nuevo gobierno, se decretó la Emergencia Estadística que significó no informar hasta “barajar y dar de nuevo”.

 

Tras el reacomodamiento, lo que difunde el Indec no tiene objeciones del Congreso ni de las Consultoras que también calculan. Parece transparente ¿Hay inflación? Hay inflación ¿Hay más pobres? Hay más pobres.

 

Esos números nos disgustan; no son los deseados. Eso sí: no viviremos sin saber dónde estamos parados. No tendremos que esperar casi dos años para que, en una suerte de Mea Culpa, el responsable de aquellos datos mentirosos se declare “responsable por la pobreza que hay en la Argentina”, según sus propias palabras.

 

Parangonando con la medicina, bien podríamos decir que si bien la fiebre no es una enfermedad, conocer cuántos grados tiene el enfermo ayuda a curar la enfermedad.

Por Roberto A. Bravo