Las recientes lluvias registradas en la provincia de Buenos Aires y CABA han generado un notable crecimiento de hongos en distintos espacios verdes, como plazas, jardines y veredas. Este fenómeno, favorecido por la humedad y las temperaturas moderadas, ha despertado el interés de muchas personas, pero los especialistas advierten sobre los posibles riesgos para la población.
Mario Saparrat, investigador del Instituto de Fisiología Vegetal del UNLP-Conicet, explicó en Ramos generales que la aparición masiva de hongos responde a condiciones ambientales propicias para su desarrollo. Según destacó, estas especies suelen estar presentes de manera microscópica, pero la humedad prolongada permite la formación de estructuras macroscópicas visibles a simple vista.
"Lo mejor es no tocar los hongos porque, si bien algunos son comestibles, otros son tóxicos e incluso los hay mortales. Hay que evitar que los chicos y las mascotas los toquen", advirtió.
La identificación de hongos comestibles y tóxicos es una tarea compleja que requiere conocimientos especializados. Variaciones en el color y en el estado de maduración pueden dificultar la diferenciación, lo que aumenta el riesgo de intoxicaciones. En este sentido, Saparrat sugirió no manipular ni consumir ejemplares encontrados en espacios urbanos sin la debida asesoría.
"El sábado los hongos van a comenzar a deshidratarse y van a desaparecer, por lo general duran dos o tres días", anticipó el entrevistado.
Ante este escenario, los expertos recomiendan adoptar medidas de precaución, como el uso de guantes al retirar hongos de jardines o patios y la supervisión de menores en espacios donde proliferan estas especies. Asimismo, insisten en la importancia de respetar su función ecológica, evitando su eliminación indiscriminada.
El crecimiento de hongos tras las lluvias es un fenómeno natural que refleja la dinámica de los ecosistemas. No obstante, la prevención y el conocimiento adecuado resultan fundamentales para evitar riesgos y garantizar una convivencia segura con estos organismos.

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