Silvia Maruccio conversó con el músico y productor discográfico Hugo Casas quien produjo dos discos de Nacha Roldán, quien falleció hoy a los 76 años.

Hugo Casas también fue productor de Alfredo Zitarrosa, de Alberto Cortes y Facundo Cabral, por nombrar solo algunos de los artistas con los que trabajó.

Al recordar a Nacha dice que “lo que puedo ponderar de Nacha es su forma de expresión y su color de voz, era un instrumento expresivo excepcional, llena de esplendor de vida. Pero la vida es así, nosotros nos quedamos, nos queda el homenaje de nuestras lágrimas para ellos” refiriéndose a Nacha.

Nacha Roldán irrumpió en el universo del canto popular de proyección folklórico argentino y latinoamericano, constituyéndose en una de sus más importantes referentes.

Dueña de una cálida voz y un personal e inconfundible modo de decir la canción, la cantante formoseña de origen y correntina de adopción, paseó su arte a lo largo y ancho del país y por diversas naciones de América, Europa y Asia, dejando una huella inconfundible como representante del folklore latinoamericano.

Fue la primera voz femenina de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, dirigida en ese momento por el Maestro Carlos García, con quien realizó 90 conciertos en Japón, quedando como testimonio de esas actuaciones un disco que fue totalmente distribuido en ese país y varios artículos periodísticos, además de un amplio registro fotográfico.

En 2009 fue convocada por Mercedes Sosa para cantar “Pájaro de Rodillas”, una milonga que le pertenece en letra y música a Alfredo Zitarrosa junto a Nahuel Porcel de Peralta y quedó registrada en el álbum Cantora 1. La dirección musical y artística del disco fue de Popi Spatocco.

En 2015, recibió junto con otros destacados y destacadas colegas, el Premio Gardel por participar en el disco “Raíz Spinetta” con una versión del “Tema de Pototo”, autoría de Luis Alberto Spinetta, al mejor álbum conceptual.

Canciones colombianas y venezolanas había una generación receptiva de ese tipo de material. Cantar canciones de Zitarrosa, como “el violín de Becho” la relacionaban con este repertorio latinoamericano y eso para ella le generaba un estilo, una forma. El estilo de los artistas lo dan el repertorio.