Al cumplirse este 2 de abril 41 años de la Guerra de Malvinas el ex combatiente Hugo Roberts del Centro de ex Combatientes de Islas Malvinas (CECIM) de La Plata recordó que “en 15 días pasé de repartir diarios a estar en Malvinas.

"El día 2 de abril fui a buscar los diarios y allí me enteré de la declaración de la guerra y como estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio me tuve que presentar en el Regimiento 7", recordó.

"El domingo 4 de abril me fueron a buscar a mi casa con un Jeep militar y un patrullero de la comisaría 9na, me trasladaron al regimiento, hubo un día de visitas que fue a verme mi hermano mayor y e 12 o 13 de abril nos trasladaron y el 14 el Regimiento 7 estaba en Malvinas”, señaló.

Roberts recordó que la mayoría de los combatientes tenía 19 años y eso hacía que hubiera una efervescencia propia de la edad. "Muchos de esos jóvenes egresados del secundario habían ido a Bariloche y había una idea feliz por defender a la patria", rememoró.

El ex combatiente de La Plata indicó que se esperaba la resolución del conflicto por vía de las negociaciones. Sin embargo, "la situación cambió el 1 de mayo cuando cayeron las bombas en el aeropuerto. El 2 de mayo hunden al Belgrano y ahí tomaron dimensión que las negociaciones de paz habían fracasado”.

Al recordar algún aspecto bueno de la guerra, Hugo Roberts no dudó en nombrar a los compañeros que según explicó aún los mantiene: “éramos un grupo de 10 soldados de los cuales 2 murieron y los otros 8 de alguna manera seguimos en contacto”.

Consultado por las torturas de los altos mandos a los soldados, reconoció que “lamentablemente en todas las compañías hay una causa de tortura radicada en Tierra del Fuego”.

Explicó que él recuerda que una de las causas de maltrato eran pegarle trompadas a los soldados porque se habían llevado comida. Remarcó que “yo cuando volvía pesaba 12 kilos menos y había comido dos veces”.

Otro de los aspectos que recordó fue que “cuando volví se mezclaba la alegría de estar vivos y el desconocimiento de saber qué había sucedido con algunos de los compañeros".

"Cuando volví mi familia que tanto me había apoyado no estaba preparada para que yo le cuente los horrores de la guerra y el CECIM era el lugar donde podíamos hablar", recordó.

Roberts regresó a las Islas: “Pude ir a Malvinas en el 2007 tras cumplirse 25 años de la guerra y es muy loco porque, no sólo me pasó a mí sino a otros compañeros, de sentir que estás en un lugar cercano y antes de ir te sentís movilizado y eufórico. Y volví con mis hijos en el 2017 y están las imágenes en dos documentales, uno se llama “Huellas en el viento” y el otro “Nuestras historias”.

Advirtió que "la guerra de Malvinas en la actualidad implica el robo de los recursos naturales argentinos. Solo en materia de pesca facturan 2 mil millones de dólares. Con recuperar lo que nos saquean pagaríamos la deuda externa".