TENSIÓN EN MEDIO ORIENTE INTERNACIONALES

Irán lanzó misiles contra una base de Estados Unidos en Irak

Irán lanzó al menos 10 misiles contra instalaciones militares estadounidenses en Irak y advirtió que ese fue el primer paso de la “dura venganza” por el reciente asesinato de su general Qasem Soleimani.

El ataque fue confirmado por Irán, Estados Unidos e Irak, aunque con divergencias en la cantidad de misiles y de bases militares alcanzadas, sin que hasta algunas horas después de conocido se reportaran daños ni víctimas.

Asimismo, el incidente provocó una reunión urgente en Washington entre el presidente Donald Trump y sus secretarios de Estado, Mike Pompeo, y de Defensa, Mark Esper.

“Al gran Satán, el régimen cruel y arrogante de Estados Unidos, advertimos que cualquier otra maldad o violación u otras medidas, se enfrentará a una respuesta más dolorosa y aplastante”, advirtió el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, en inglés), un grupo de elite de las fuerzas armadas iraníes, en un comunicado publicado en su sitio web.

La televisora Irinn reportó el lanzamiento de 10 misiles tierra-tierra contra la base militar norteamericana Al Assad, en el desierto de Irak, y detalló que el nombre de la operación es “Mártir Qasem Soleimani”.

“Los valientes soldados de la unidad aeroespacial de IRGC lanzaron un ataque exitoso con decenas de misiles balísticos en la base militar de Al Assad en nombre del mártir general Qasem Soleimani”, indicó un comunicado de esa organización militar citado en Twitter por Farnaz Fassihi, corresponsal del diario estadounidense The New York Times.

Fuentes militares y policiales de Irak confirmaron que al menos 13 misiles impactaron en la base aérea Al Assad, donde se alojan soldados norteamericanos desplegados en el contexto de la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, de lucha contra la organización yihadista Estado Islámico (EI), según la agencia de noticias EFE.

El incidente fue confirmado esta noche por el gobierno de Estados Unidos, a través de voceros de la Casa Blanca y el Departamento de Defensa.

"Está claro que estos misiles fueron lanzados desde Irán y dirigidos contra al menos dos bases militares iraquíes", informó un comunicado del Pentágono firmado por su portavoz Jonathan Hoffman.

La nota precisó que los proyectiles impactaron las bases militares Al Assad y Erbil, y agregó que aún no se sabía si había víctimas pero aseguró que las autoridades ya estaban evaluando los daños.

"Estamos al tanto de los informes de ataques contra las instalaciones estadounidenses en Irak", señaló a su vez la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en su cuenta de Twitter.

Poco después, la prensa estadounidense reportó que Pompeo, Esper y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Mark Milley, habían llegado a la Casa Blanca para reunirse con Trump para evaluar los acontecimientos.

El ataque es la primera represalia conocida por la muerte de Soleimani, ocurrida el jueves pasado en Bagdad, durante un bombardeo aéreo de tropas norteamericanas.

Más temprano, el gobierno de Irak sostuvo que la salida del país de las fuerzas extranjeras “es la única solución” para frenar la escalada de tensión y dejó al desnudo los intentos, hasta ahora poco eficaces, de Estados Unidos de mantener unida a su coalición en ese país árabe.

"No nos vamos de Irak; hubo una confusión, pero nuestra política no cambió: seguimos comprometidos con nuestros aliados en la región y con el objetivo de frenar las malas acciones iraníes, garantizar una derrota duradera de EI y apoyar a Irak para que se convierta en una nación fuerte e independiente”, dijo Esper en conferencia de prensa.

Tras enunciar una serie de amenazas, Esper aseguró que Washington estaba buscando “una solución diplomática” y que estaba dispuesto a “un diálogo sin condiciones previas” si Irán se compromete a poner fin a sus “acciones malignas en la región” y a “terminar este derrame de sangre”.

Más tarde, Trump ratificó que no sacará sus tropas de Irak. “En algún momento queremos salir, pero este no es el momento adecuado”, sostuvo ante la prensa al recibir en la Casa Blanca al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

En las últimas 24 horas, los gobiernos de Estados Unidos e Irak quedaron inmersos en un cruce de desmentidas y explicaciones confusas sobre una carta en la que la Casa Blanca parecía haber anunciado una “reubicación” de sus tropas en ese país árabe.

Mientras tanto, la OTAN anunció que “reposicionará” temporalmente a parte de su personal en Irak a diferentes zonas dentro y fuera del país, y horas después, sus tropas comenzaron a abandonar la llamada Zona Verde de Bagdad, la más segura de la capital, según el medio online The Middle East Eye.

En paralelo, Alemania, Canadá, Croacia y Eslovaquia informaron que trasladarán a sus militares a Kuwait y Jordania. El Reino Unido, por su parte, decidió desplazar su personal en Bagdad a Taji, un poco más al Norte.

Los vínculos entre el gobierno de Irak -un aliado de Estados Unidos desde la invasión de 2003 y el derrocamiento y asesinato de Saddam Hussein- y el de Irán hace años que vienen creciendo y profundizándose.

El asesinato de Soleimani, el comandante iraní que lideró el esfuerzo conjunto para derrotar a EI e ideó el fortalecimiento de las milicias chiítas iraquíes tanto política como militarmente en los últimos años, afianzó aún más ese vínculo y expuso el difícil equilibrio que mantuvo hasta ahora el Estado iraquí al ser un férreo aliado de dos declarados rivales: Irán y Estados Unidos.