Radio Nacional Bariloche entrevistó al hermano del policía asesinado en 2016, Lucas Muñoz. Javier contó que es “imposible no recordar con dolor y angustia los hechos que vivimos en julio y agosto de 2016”.
Lucas Muñoz salió de su domicilio en Bariloche el 14 de julio de ese año, cerca de las 13 hs. Se dirigía a la Comisaría 42, ubicada en el barrio 2 de Abril de esta ciudad. Avisó que llegaría tarde pero en verdad nunca lo hizo. Hallaron su cuerpo el 10 de agosto. Estuvo 26 días secuestrado.
Cuando se halló su cuerpo, pudo determinarse que había sido ejecutado con un tiro en la cabeza con su propia arma reglamentaria. Estaba con su uniforme y tenía todas sus pertenencias, incluso hasta su celular. Estaba bañado y afeitado.
El día en que apareció muerto, Alberto Weretilneck, por aquel entonces gobernador, se encontraba en Bariloche pero se marchó, sin decir palabra alguna. El ex Ministro de Seguridad, Gastón Pérez Esteban fue duramente criticado por la falta de respuestas, tanto a familias como a la prensa que seguía de cerca el caso.
“Hoy la causa, al no tener pruebas o indicios concretos, corre riesgo de ser archivada lo cual sería tremendo para nuestra familia”, dijo Muñoz y agregó: “creo que hay mucho miedo de terminar como mi hermano, por eso nadie dice nada. También se habla de internas dentro de la policía, de pactos de silencio”. Muñoz criticó, además, el accionar en todos estos años de la cúpula política ya que “nos abandonaron, desde el primer momento”.
Por otra parte, contó cuáles serán las acciones este día y el presente de su familia, luego de la trágica muerte. Reflexionó en torno a todo lo que se desprende del caso.
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