En el Día del Enfermero Silvia Maruccio conversó con el cantante, violinista y enfermero Juanjo Abregú. Juanjo nació en Las Talitas, un pueblo cercano a San Miguel de Tucumán y se crió en la ciudad de Buenos Aires cuando sus padres llegaron allí para trabajar en el Hospital Rivadavia, donde él también se desempeña como enfermero hace más de una década.
El destacado violinista, peñero de alma y con corazón de chacarera, aporta a la familia de nuestro folklore una reverdecida raíz de carácter.
Sobre su rol como enfermero sostuvo que “mi vida estuvo ligada a un hospital, la enfermería es un eslabón importantísimo entre el ser humano y los médicos. Hay que tener un corazón humanitario, hay que conectar con cosas muy sensibles y dolorosas de la vida y siempre trato de devolver lo mejor, es como dice la canción, uno da lo que que recibe” concluye.
El músico anticipó que está “muy contento” ya que el año que viene va a presentarse en el escenario de la Prospero Molina, en la octava luna del Festival de Cosquín. “Lo esperaba hace mucho” dijo el artista.
Este sábado Juanjo Abregú estará en San Antonio de Areco en un evento organizado por el Prado Español (Moreno 424, San Antonio de Areco).
Finalmente el artista no perdió la ocasión para mandar un abrazo “para todos los enfermeros y enfermeras que están en los hospitales poniendo el pecho”.
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