Blas Pérez, delegado de Uocra, en la represa hidroeléctrica Néstor Kirchner de Santa Cruz, comentó que hoy se encuentran atravesando una situación complicada, esta es una de las obras más importantes que se están haciendo en la república Argentina con una inversión privada, y hoy está completamente parada desde el 18 de diciembre pasado por una decisión del gobierno nacional y cerca de 3000 puestos de trabajo directos e indirectos están en peligro.
“Este es el proyecto energético más ambicioso del país y la obra civil más importante en ejecución en toda América, no puede sufrir más demoras, Argentina necesita energía y nuestras represas aportaran significativamente a mejorar la balanza energética de nuestro país”.
El proyecto más ambicioso de infraestructura del país, corre el peligro de no concluirse. Por el momento, los actores involucrados siguen a la espera de la Adenda XII, un documento que deberían rubricar representantes de Energía Argentina S.A. (exENARSA), China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited, en el cual se establecen las condiciones financieras y de obra actualizadas.
Si las obras no se terminan, Argentina adeudaría a la República Popular China una suma cercana a los 2.000 millones de dólares y sin la posibilidad de cancelarla a través de la generación de energía. Además, desembocaría en una catástrofe ambiental ya que centenares de instalaciones y equipos quedarían abandonados en el predio, sumado al proceso de movimientos de suelo a medio realizar que podrían afectar la normal circulación del río, afectando también a la fauna y flora de la región.