La dirigencia de Boca Juniors incluiría cláusulas de conducta en caso de que decida en las próximas horas seguir con la idea de contratar a Ricardo Centurión, después de otro incidente violento protagonizado por el jugador en una discoteca de Lanús, en la madrugada del domingo.
Fuentes cercanas a los directivos "xeneizes" dijeron a Télam que la nueva demostración de inconducta del jugador cayó muy mal en el cuerpo técnico de Boca, que encabeza Guillermo Barros Schelotto, precisamente quien más impulsó la iniciativa de retener al futbolista y de comprar su pase al club San Pablo (70%) y a Racing (30%), después de que el 30 de junio finalizara su pase a préstamo.
Centurión fue el centro de un nuevo incidente en un boliche bailable del partido bonaerense de Lanús, Capítulo 1, adonde llegó a las 4.30 del domingo, para retirarse a la 7 custodiado por la policía en un patrullero. Allí, sus amigos pelearon con un grupo de personas que querían sacarse una foto con el jugador, a quienes les quitaron los celulares y los rompieron contra el piso.
Uno de los jóvenes que se enfrentó con los amigos de "Centu" dijo anoche que aún no había realizado la denuncia policial, pero que un abogado mediático ya le había ofrecido sus servicios para avanzar con una denuncia penal contra el futbolista.
La noticia de un nuevo problema del jugador fuera de las canchas cayó muy mal en el predio en donde Boca realiza la pretemporada, en Ciudad del Este. El entrenador de Boca acusó recibo en Paraguay del incidente y aprobaría la inclusión de las cláusulas de conducta en el contrato de Centurión.
Para comprar el pase del atacante, el club de la Ribera deberá abonarle 4.200.000 dólares a San Pablo por el 70% y 1.500.000 a Racing por el 30%. La semana pasada, el representante del jugador tenía todo arreglado para su incorporación a Genoa de Italia, en donde inclusive se realizó la revisión médica.
Cuando se enteró que Boca se decidió a comprar su pase, por la insistencia del pedido del entrenador que el presidente Daniel Angelici aceptó concretar, Centurión regresó de urgencia y llegó a Buenos Aires en la mañana del sábado. Menos de 24 horas después, protagonizaba otro escándalo en un boliche bailable.
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