CICLO LECTIVO

La escuela de la Antártida tiene 15 alumnos en 2025 y un matrimonio de docentes de Río Grande

La escuela que funciona en la Base Esperanza de la Antártida Argentina tiene quince alumnos en 2025 y dos docentes de la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, que viajaron al establecimiento para iniciar el ciclo lectivo.

Se trata de la escuela Nº38 "Presidente Raúl Ricardo Alfonsín" considerada la más austral del mundo y que depende orgánicamente del gobierno provincial fueguino.

Este año el colegio cuenta con 4 alumnos de nivel inicial, 6 del nivel primario y 5 del secundario que estudiarán bajo el Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino (Seadea).

Quiénes son los docentes

Los docentes seleccionados para gestionar la escuela antártica son el matrimonio integrado por Lis Patricia Mendoza, profesora y licenciada en Educación Especial y Norberto Pablo Monzani, profesor y licenciado en psicología.

Ambos viajaron a la Antártida en compañía de sus dos hijos, Vicente, de 3 años, y Juana, de 7. Mendoza, de 38 años, nació en Jujuy pero vive en Tierra del Fuego desde los 2 años, cuando sus padres decidieron radicarse en Río Grande por motivos laborales.

"Mi mamá es docente y se vino a probar suerte junto a mi papá. Por eso vivo aquí desde 1989", contó.Por su parte Monzani es nacido en La Plata, en Buenos Aires y vive en Tierra del Fuego desde 2009.La pareja se conoció ejerciendo la docencia y se casaron en 2010.

"El deseo de viajar a la Antártida para trabajar inició en 2011. Ese año empezamos a investigar sobre el tema, a hablar con otros docentes que habían ido y nos empezamos a meter de a poco en ese mundo tan singular", relató Mendoza.

Aunque la postulación de 2011 no prosperó volvieron a intentarla en 2015, y en aquel caso tuvieron que dejarla de lado por otros compromisos laborales.

El matrimonio tuvo luego a sus dos hijos y el año pasado tomó la decisión de retomar el proyecto de ir a la Antártida, aprovechando la mayor experiencia y conocimiento sobre el tema.

"Probamos de nuevo y esta vez se nos dio. Fue un camino de 14 años así que lo tomamos con mucha alegría y expectativa", comentó la docente.

 

La escuela de la Base Marambio

La pareja se inscribió ante la Junta de Clasificación Docente de Tierra del Fuego y a partir de allí afrontó un duro proceso de selección que incluye la presentación y defensa de un proyecto pedagógico para llevar adelante en la escuela de la Base Esperanza.

Después de ser seleccionados, junto a otra pareja de docentes suplentes, tuvieron que someterse a distintos estudios médicos (incluso a una operación para extirparse el apéndice) y comenzar la preparación del viaje que incluye desde la organización de la carga e indumentaria hasta la compra de recursos didácticos, entre otros ítems.

El matrimonio había perfeccionado sus conocimientos sobre la escuela 38 a través de un trabajo de investigación que realizaron en conjunto para la Universidad Nacional de La Pampa y que está publicado y puede consultarse en Internet.

Durante febrero la familia de docentes y sus hijos esperan un llamado telefónico que les indicó el comienzo de un largo viaje: primero fueron por tierra hasta Río Gallegos, en Santa Cruz y desde allí aguardaron una ventana climática para que un avión Hércules de la Fuerza Aérea los traslade hasta la Base Marambio.

El último paso fue llegar desde Marambio a la Base Esperanza, donde los aguardaba la escuela y un año lectivo completo por delante, para asegurar la educación de los hijos de civiles y militares que cumplen funciones en ese sitio extremo del país.