Cristian Kuperbank sintió desde muy joven la necesidad de ayudar a los demás y decidió dedicar su vida a eso.
Poco tiempo después, un amigo, le regaló una mascota y él entendió que Lola sería su compañera de trabajo, de emociones y de vida.
Poco a poco empezó a "jugar a la escondida" con Lola, y así, jugando logró salvar la vida de decenas de personas.
Cuando en 2009 un alud arrasó con la ciudad salteña de Tartagal, Cristian y Lola tuvieron la oportunidad de demostrar qué habían aprendido "jugando a las escondidas" y lograron, en medio de un océano de agua barro y lodo hallar los cuerpos de varias personas que habían sido víctimas del fenómeno.
Así iniciaron una labor que los llevaría desde el terremoto de Haití en 2010 al de Chile pocas semans después, a la explosión de un edificio que en agosto de 2013 conmocionó a la ciudad de Rosario y a toda la Argentina.
Cristian cuenta, cómo fue entrenar a Lola, vivir con ella, salvar vidas con ella y despedirla en el final de sus días tras una insuficiencia renal.
Si querés colaborar con Cristian y su equipo
Etiquetas: Lola, María Areces, Perros