Daniela Weider es profesora de nivel medio, terciario y universitario de Tucumán y estuvo en comunicación con el programa “El aire nuestro” y habló sobre el libro que se presentó denominado “¿‘Por qué arde Tucumán? Cierre de ingenios y conflictos sociales’, es decir que “es un libro que aborda el período 1966-1973, una dictadura que se vivió en el país y que entre sus medidas una de las más nefastas es la que tomó Tucumán de cerrar primero 7 y luego llegaron a ser 11 ingenios azucareros, que para nuestra provincia se imaginan que significó romper más o menos el 40% del parque industrial porque era una provincia que en ese momento en la industria azucarera y hasta el día de hoy es fundamental. Entonces tuvo consecuencias catastróficas para la sociedad en general, para los pueblos que vivían alrededor de estas fábricas; de hecho, una de las consecuencias fue la enorme migración de tucumanos y tucumanas quienes muchos tuvieron que ir a Buenos Aires u a otros lugares del país en busca de trabajo”.
La docente explicó que por medio de este material “estamos recuperando esa historia, esas consecuencias, con esta idea del juego del arder, planteando desde esa pregunta un conocimiento de tipo problema para los estudiantes que tratamos de ir trabajándolo a lo largo del libro con muchas actividades muy variadas, no sólo propiamente de la historia sino que también tomamos algunas de las actividades para trabajar con áreas complementarias e incluso lengua y literatura, inglés, artes, economía y así poder ir identificando los ‘fuegos’, decimos nosotros porque el ardor, el fuego lo vemos tanto desde la desgracia de lo que generó una medida tan dura para lo económico pero también los fuegos que después empiezan a despertar en otro sentido que son la resistencia y la lucha contra esa medida y esa dictadura.”
Además Weider remarcó que “nosotros creemos que hay que tender ese puente entre el presente y el pasado, de hecho proponemos un grupo de jóvenes del presente mirando el pasado pero mirándolo para comprenderlo, para saber que fue complejo, que es una historia que tiene muchas tristezas, muchas angustias pero también tiene muchas esperanzas, luchas y por lo tanto poder ver todo eso para poder entender, por ejemplo, muchas situaciones de pobreza que todavía existen en Tucumán en esos pueblos donde se cerró su sustento en los años ´70s y no han podido todavía recuperarse. Es comprender eso en el presente, por qué vivimos como vivimos tiene que ver con entender el pasado y por supuesto nosotros estamos siempre con la pedagogía de la esperanza mirando hacia el futuro, hacia la reparación.
Es un ejemplo que se puede llevar a todas las latitudes, a todos los pueblos y provincias que pueden tomarlo para sus propias historias, y para cualquier período es un disparador y esperamos contagiarlos en ese sentido. Además, esperamos una retroalimentación, que nos critiquen, que nos digan cómo podemos mejorar esto porque sirve mucho y es preciso que así sea para la construcción colectiva y con esto abrimos el ejercicio de memoria que estamos haciendo; se abre para un ciclo de actividades, nosotros queremos centralizar capacitaciones para los profes de Tucumán con el objetivo de charlar sobre el material con ellos y sentarnos a hacer las actividades con ellos.”