INDEPENDIENTE
Si bien comentar fútbol no es lo mismo que comentar resultados, a la larga estos son consecuencia de algo. Y en el caso específico de Independiente, esta racha negativa que incluye eliminación de Copa Argentina a manos de los suplentes de Atlético Tucumán y un pobre comienzo de campeonato (4 puntos sobre 12) es, en gran parte, consecuencia de un pésimo mercado de pases.
Mercado de pases que además de las irregularidades que tuvo, culminó con la venta de su mejor jugador y goleador a un fútbol de menor relevancia como lo es el ruso, destino de Rigoni.
"Lo de Chumacero ya está hecho" dijeron los dirigentes desde la sede de Camioneros, mientras el boliviano decía que seguiría jugando la Copa Libertadores para su equipo.
"Silva va a jugar en Independiente" dijeron... Y el uruguayo hace dos meses que se entrena sin poder ser habilitado debido a un conflicto con Tigres de México.
Y mientras la novela de Rigoni y su venta hacía que el cordobés decidiera no entrenarse más, aparecían sorpresivamente las figuras de Jonás Gutiérrez y Nicolás Domingo para aportar "experiencia" a un plantel que después de la limpieza inicial del entrenador Holan había quedado totalmente desbalanceado.
En sólo cinco partidos, Independiente perdió definitivamente uno de sus tres objetivos del semestre, quedó a 8 puntos del puntero del campeonato y sólo apunta esperanzas a la Copa Sudamericana.
Quizás esto sea una lógica consecuencia ante el peor mercado de pases de la “Gestión Moyano”.
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