No todo es malestar en ésta época del año. Hay gente que está abocada a una actividad envidiada por algunos y deseada por muchos más.
Un típico carneo se desarrolla un una de las muchas fincas y áreas rurales de San Rafael. Familias enteras realizan la tarea desafiando el frío y la helada. Corren los “amargos”, el café caliente, las tortas fritas o al horno con chicharrones “frescos”, mientras ponen manos a la obra.
Una actividad que convoca no sólo a familiares sino también amigos, para, luego del trabajo, compartir las primeras costillas asadas y las otras delicias que surgirán de tan arduo trabajo.
El jamón, los chorizos (frescos y secos) el blanquillo, la morcilla, los cueritos de chancho, y la grasa, quedarán para pasar el invierno y durante mucho tiempo más.
Otra de los encantos que tiene nuestra zona.