Los que pasaron las cinco décadas y vivieron, o viven, en algún lugar del país, en algún pueblo de tierra adentro se van a identificar con éste relato.
Cuántos son hinchas y no conocen el club de sus amores? Cuantos imaginaron un gol de Angelito, ni vieron una gambeta de Rojitas, ni el pase entré líneas del Bocha, los cruces del Mariscal o los goles del Lobo Fischer?
Alguna vez nos preguntábamos porque existen los cinco grandes, por la cantidad de hinchas que tienen en todo el país y cómo lo lograron por los títulos y, fundamentalmente, por esa voz que difundía y amplificaba las hazañas. Esa voz que te trasladaba. Imaginariamente es la radio.
Los grandes son grandes pero mucho le deben a la radio y a las voces de los grandes comunicadores que nos precedieron. Quién no grito desaforadamente un gol a la par del gordo Muñoz, o de Fioravanti y tantos otros.
No nos olvidemos que la radio nació casi con el profesionalismo y fueron haciendo caminos juntos hasta hoy. De la radio a válvulas a batería la que no se podía trasladar, pasando por los transistores, la espica que te acompañaba a todos lados para no perderte detalle en cualquier quehacer que estuvieras, hasta el dia de hoy cuando te bajaste la app de Nacional para seguirnos desde tu celu.
Como ves, la radio siempre estuvo y estará siempre habrá una voz que te transmitirá la pasión y te hara sentir como si estuvieses allí. Como dice un amigo sin ninguna duda la radio es, esa vieja compañera de emociones.
Nos vemos en la próxima y Dale volumen.
POR ELADIO ARREGUI